Me gustaría entender que grado, dentro de un ABANICO de posibilidades que oscile entre 0 y 180 , debe ocupar la amistad depositada en una determinada persona para que, de repente, el valor concedido a dicha amistad se encuentre en el extremo opuesto al valor y consideración que de ella se tenía en un principio. Y no solo eso, sino además que factores han influido, o mejor dicho, han dejado de influir para colocar a tal persona en la "ratio" negativa de ese espectro, que pongamos que mide en grados lo amistoso, para llegar a considerarle, en tan relativo corto espacio de tiempo, como acérrimo enemigo.
Con toda seguridad la culpa no solo se debe a la vanidad del intruso que ha irrumpido en la vida profesional del personaje sin permiso sino además a las falsas espectativas que nuestro propio egoismo se habría tomado la libertad de alimentar con, quién sabe, que aviesas intenciones.
Cuando en tantas ocasiones yo me creí (y digo me creí) insultado, atacado, vilependiado, etc., en el seno de su Blog, jamás recurrí a la fácil solución de que Juan pusiera arbitrio o mediara en algo en lo que yo mismo había desembocado con mi actitud, con mis propios errores y con los de los demás, pero procurando siempre no dejar al márgen mi absoluta lealtad amparándome, solo y como he rechazado en numerosas ocasiones, en la probada generosidad de mi viejo y entrañable amigo.
Mi responsabilidad en ciertos acontecimientos sucedidos en "MIRA QUE TE LO TENGO DICHO" exime totalmente a la de su creador y su sabia no intervención en favor de unos o de otros es, posiblemente y a mi modesto entender, la mejor elección que haya podido tomar.
Un amigo no es precisamente JUEZ; en todo caso un buen CONSEJERO.
Y Juan, me consta, es amigo de TODOS.