Es de justicia que ilustraciones tan buenas o más que el propio texto se publiquen con la firma de su autor. Sin embargo, solo me queda una duda que me gustaría despejar: ¿Se identifica el ilustrador con la filosofía del personaje de ficción ideado por Carlos Cay?.
Es probable, por otra parte, que ni siquiera el autor del texto se identifique con el personaje de ficción creado por él. Y en este sentido en eso radica la grandeza de la literatura y por ende la habilidad del que escribe; la de ponerse en la piel de alguien que, incluso, aborrece y por el que no siente la más mínina simpatía pero que es utilizado a su antojo para denunciar una realidad social que, presumiblemente, esté ocurriendo hoy en día en el seno de la familia convencional.
Aprovecho la ocasión para felicitar también, tal y como se merece, a ZITA DELACO por sus exquisitas ilustraciones en El Pais. Hoy concretamente firma una que ilustra un artículo sobre EL MENDIGO PSICÓPATA y que bajo el título de EL HIJO DEL CEMENTERIO aparece hoy en el apartado de Crímenes y criminales del citado diario.