RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

lunes, 9 de marzo de 2009

EL DILEMA DE WARNOCK

Hasta que fui debidamente advertido por mi querido sobrino Iván sobre el particular, no tenía ni la mas remota idea de que existiera un dilema conocido bajo el nombre de Warnock (por Bryan Warnock). Este, por mi ignorado, dilema, al parecer, hace clara alusión a la supuesta indiferencia hacia lo publicado mostrada por muchos de los lectores que suelen asistir virtualmente a foros, entrar en Blogs, etc., y ya previamente decididos a no participar en ellos con ninguna intervención, entrada, opinión o, simplemente, plantear alguna determinada propuesta.

Ello me consuela en gran manera porque siempre puedo atribuir al dilema de Warnock el escaso interés que puedan despertar en los asiduos lectores mis habituales crónicas en este Blog. ¡Gracias a Dios!. ¡Salvados!

PS: Gracias a Iván López por la advertencia, a quién le deseo, además, mucha suerte en sus próximos compromisos fílmicos y al que prometo la hospitalidad que precise en Barcelona durante el rodaje de su pròxima aventura cinematográfica.

El encuentro frustrado de Humboldt por parte de Livingstone

Lady O'Murphy, joven amante de Sir Livingstone
viene de capítulo anterior
Lo que David Livingstone desconocía entonces era que Friedrich Henrich Alexander Humboldt, que así se llamaba su más directo antagonista, se encontraba muy lejos de ser aquel joven viajero, incansable explorador, envidiado por toda una generación de su tiempo pero que, a la sazón, contaba ya con una edad muy próxima a su definitivo retiro como aventurero en activo.

Corría el año 1827 cuando, en Berlín, el Rey de la entonces Prusia le nombra chambelán y pasa inmediatamente a formar parte de su séquito como consejero y diplomático.

Por lo tanto, Livingstone solo encontraría en la isla Tenerife el voluminoso legado filosófico que heredaran los incondicionales seguidores del célebre naturalista pero jamás se tropezaría con la legendaria figura del prusiano Humboldt.

En este sentido, las informaciones de las que disponía Livingstone no eran del todo fiables por cuanto su principal adversario no se encontraba ya presente en el teatro de operaciones en el que había fundamentado su posible encuentro. Esta vez, su entrañable amigo Stanley se había equivocado.
Continuará.....

domingo, 8 de marzo de 2009

8 de MARZO

No resulta demasiado dificil elegir, entre tantas, una foto que ilustre de manera tan contundente los muchos aspectos que concurren en el entorno laboral de la mujer trabajadora. Yo me he remitido a una época, en la que muchas mujeres, concretamente en Canarias, desempeñaban jornadas tan largas en oficios tan duros como los llevados a cabo por el más fuerte de los hombres y, en otros casos, como el más inteligente de los mortales. Lo que desgraciadamente no era igual, era el salario.

Este es mi humilde homenaje.

TRADICIÓN ANTI-TAURINA

ENCIERROS EN PAMPLONA (escultura)

Como licenciado que soy en Historia del Arte, me ha sorprendido enormemente la noticia por la que se involucra directamente al Ministerio de Cultura en la concesión de discutidos galardones que supuestamente premian a determinados "matadores" de toros por su notoria contribución a la difusión de lo que parece ser el noble Arte de torear.

Todos sabemos y en especial el estamento castrense que numerosos soldados, a lo largo de nuestra historia moderna, han obtenido medallas al mérito militar por muy distintas razones, todas ellas discutibles, pero jamás por hacer de la guerra un ARTE. En este sentido cabe pensar que también el Ministerio de Defensa pudiera instaurar a partir de ahora un nuevo y distinguido protocolo de concesión de medallas para todos aquellos generales que por su heroica contribución en las múltiples batallas en las que han tomado parte hayan escrito páginas gloriosas sobre el también llamado "noble" Arte de la Guerra. Podríamos citar a muchos: desde Anibal, por ejemplo, hasta Rommel (naturalmente sin tener en cuenta la opinión de los vencidos). Ya me entienden.

Sobradamente estamos de acuerdo en que la "FIESTA" es considerada por muchos como una arraigada tradición del acervo cultural hispano. Y también sabemos y conocemos las muy distintas versiones artísticas que, a lo largo de su historia, sobre ella, han plasmado en sus lienzos las figuras más representativas de las artes plásticas españolas. Desde Goya hasta Picasso. Sin embargo, en mi modesta opinión, ello no da derecho a perpetuarla y exigir además de las autoridades correspondientes la concesión de premios, no por dar muerte a las reses, sino, precisamente, por la forma tan artística de llevarlo a cabo.

La considerada "obra de Arte" es aquella que ha sido finalmente ejecutada por el propio artísta plástico independientemente del asunto o motivo representado en el lienzo o en la escultura, etc.

Curiosamente, en el caso de Goya y en lo que a la guerra se refiere, el artista eligió para sus famosos GRABADOS sobre este tema nada menos que el título de LOS DESASTRES DE LA GUERRA, en clara alusión al sufrimiento padecido por todos aquellos involucrados, directa o indirectamente, en el fuego cruzado de los ejercitos contendientes.

¿Cuantas veces habremos rechazado a lo largo de la Historia determinadas tradiciones por no ajustarse al estado de derecho que una sociedad civilizada, basada en la defensa de su soberania, exigía?.

En fín, también he llegado a reflexionar sobre algunas circunstancias técnicas que concurren a lo largo de la lidia de un toro:

¿Que sucedería si las reses bravas en lugar de ser herbívoras fuesen también carnívoras?. ¿Si además de causar la muerte de una certera cornada en defensa propia pudieran devorar con saña a sus victimas no tan inocentes?.

Estas y otras muchas preguntas quedarán probablemente sin respuestas por parte de los "puristas" pero a mi me basta y me consuela con llegar a creer que si con tales circunstancias se lograra abolir, por fín, la tan discutida TRADICIÓN TAURINA, mucho habremos ganado en favor del respeto por los animales.

sábado, 7 de marzo de 2009

COLONIZACIÓN

SIR LIVINSTONE

Estimado colega y amigo Stanley:

¿Por lo que se desprende de sus últimas palabras debo considerar acaso que al tal Humbolt solo le mueve en aquellas islas fenómenos tan naturales como puedan ser los de caracter puramente sexual?.

Si ello fuera cierto, la estrategia a seguir comprendería otras muy distintas intervenciones que las que en un principio habríamos planeado y dispuesto mis consejeros y yo en relación al caso que nos ocupa.

No cabe duda de que su valiosa colaboración en materia informativa sobre el particular nos proporciona un considerable ahorro de efectivos militares que en ningún caso estaríamos dispuestos a descartar del todo, por el momento, dado el posible carácter bélico que pudiera alcanzar la delicada misión.


Al parecer, la corona española hace caso omiso de las severas advertencias de nuestro gobierno sobre la posible colonización de las islas llevada a cabo con el mayor sigilo por parte de ese pequeño contingente prusiano capitaneados, en este caso, por el tal Humbolt y que como bien sabemos ahora, gracias a sus sorprendentes y valiosas informaciones, nos encontraríamos, solo por el momento, ante un inusual caso de clarísima ocupación encubierta mediante un novedoso procedimiento de caracter estrictamente sexual.

A la espera de sus nuevas y sucesivas informaciones, tomaremos las medidas oportunas.

CARTA a mi buen amigo Sir STANLEY

Coronel Stanley en una de sus campañas en favor del estado francés.

Ilustre y querido amigo Stanley:

Me complace mucho comunicarle que muy proximamente partiré de nuevo con destino al siempre misterioso continente africano donde tantas veces tuvimos ocasión de coincidir. Esta vez lo haré a bordo del Queen Elisabeth cuyo capitán, el honorable Sir Flannery, tendrá ocasión de aproximarme lo más cerca posible a las costas del archipiélago canario (Canary Island) donde, al parecer, el naturalista Humbold ha logrado, por fín, establecerse, subvencionado, según los informes que nos han llegado a Londres, por el todopoderoso gobierno alemán y cuya presencia en aquellas latitudes ha despertado en nuestro pais fundadas sospechas de una supuesta colonización ilegal que preocupa tan profundamente al gobierno británico que me he visto en la obligación de comprometerme con la institución de la Corona para tratar de esclarecer el repentino y enigmático interés suscitado por los germanos por aquellas paradisiacas islas del Atlántico.

Es muy probable, pues, que precise nuevamente de su valiosa experiencia en el terreno diplomático o, incluso, en el militar, -por si fuera necesario una rápida intervención bélica- con tal de poner en orden y establecer la prioridad de nuestros propios intereses sobre los de cualquier otra potencia europea.

Sin más y hasta la hora de partir, le quedo muy agradecido de antemano, confiando siempre en la generosidad que emana de su alta estima por la Corona y del probado amor que siente Vd. por este glorioso pais. GOD SAVE THE QUEEN.

RESPUESTA DE SIR STANLEY

EL WHY? O PORQUÉ? DE LAS COSAS O NOMBRES DE LUGARES VISITADOS POR LOS HIJOS DE LA GRAN BRETAÑA.

NO ES LO MISMO BELLO QUE VELLO O VICEVERSA.


Estimado y apreciado amigo Livingston:

Mi camino por estas tierra inhóspitas son como siempre torcidos y nada fáciles. He visto el trabajo de Humbolt , y el lugar desde el que miraba y que tendrá su nombre en el futuro Valle de la Orotava de Tenerife .

¡Qué pena me dan estas tierras y los castellanos que la han conquistado. La ignorancia ha hecho mella en los indígenas que ya no usan taparrabos de platanera. Resulta , se lo comento como prueba, que Humbolt nunca usó el lugar alto de esas montañas para ver dicho valle sino que agachándose para poder ver el interior de una falda indígena de la buena de la tribu lugareña, con asombro, dijo ¡ Oh que vello ¡ Qué cantidad de vello. Nunca dijo ¡Qué bello! ¡Qué cantidad de bello¡ La diferencia entre una “B” y una “V” es mucho o mucha a nivel histórico y vital.

Era la falta de depilación de la “peluda” guanchinesca y no lo bonito del lugar. La falta de conocimiento del pueblo godo se puso de nuevo de manifiesto. Ese lugar se llamó por orden del representante del rey de Castilla y León, el Mirador de Humbolt , cuando debió llamarse el Mirón de Humbolt.


Otro día le comentaré más cosas descubiertas en este lugar camino de las tierras africanas de nuestra madre la Gran Bretaña y de nuestra Reina Queen “Elsa” (para los friends).

Atentamente Sir Stanley

viernes, 6 de marzo de 2009

DOMESTICS AFFAIRES: Interlocutor válido

PATXI: BICHÓN MALTÉS
Livingstone no tenía absolutamente nada en contra de los perros en general y mucho menos aún en contra del suyo propio pero, sin embargo, con PATXI, que así se llamaba el bichón maltés que le acompañaba a él y a su señora esposa desde hacía ya tres años, la relación que venía manteniendo últimamente no se ajustaba, ni mucho menos, a los criterios que del pequeño can se había llegado a formar el ilustre viajero sobre si, como se suponía, resultaba ser el animal más idóneo de compañía.

-Patxi, papá no ha puesto hoy la lavadora, -le comentaba Lady Melanie como si al perrito le hubiera de afectar de alguna manera el inoportuno olvido de su amo.

Patxi, sentado, desde muy abajo elevaba entonces su tierna mirada en silencio y como advirtiéndole a su amo de lo que él sí había escuchado y de lo que el hombre había olvidado, agitaba luego nerviosamente la cola haciéndose entender, barriendo con ella, el límpido suelo al que, precisamente, Livingstone, dándose ya por enterado, acababa de fregar

Una vez puesta en marcha la colada, Lady Melanie y él continuaban su anodina conversación como si nada se hubiera insinuado entre ambos. Acostumbraban a comentar amistosamente impresiones sobre las distintas noticias aparecidas en los tabloides, sobre sus mutuos achaques físicos o mentales, sobre la decadencia de la caza del zorro, sobre las dificultades económicas que atravesaba el país como consecuencia de la tan cacareada crisis o sobre otras muchísimas cosas de carácter general, pero de lo único que no se hablaba jamás en casa era de los posibles problemas domésticos comunes. NON COMMENT. Cuando no, permanecían en silencio, sin absolutamente nada que decirse, durante el tiempo que fuese necesario hasta que ella, por lo general, volvía de nuevo a la carga mientras cenaba frugalmente lo que su esposo había cocinado previamente esa tarde, para dirigirse una vez más a Patxi, con el mismo tono, mimo y entusiasmo que tenía últimamente por costumbre:

-No, Patxi, pollo no te voy a dar porque a papá se le ha olvidado ponerle sal; está muy soso.

Mientras, el perro, que continuaba erguido sobre sus patas traseras por si cayera algo aunque estuviera desabrido, mantenía colgando la lengua húmeda bajo la negra trufa de su naricilla. Entonces Patxi giraba su diminuta cabeza hacia Livingstone y agitando como siempre la cola en el espacio sombrío de la cocina, trataba, no en vano, de comunicarle en silencio el mencionado mensaje lanzado ahora por su desagradable esposa.

Pacientemente, Livingstone se dirigía entonces hacia los fogones y mientras ella continuaba consolando a Patxi por todo lo que el animalito estaba perdiéndose por culpa de la posible amnesia de su marido, este rectificaba apresurada y convenientemente de sal el contenido de la olla a presión volviendo luego a depositar la tapa encima con sumo cuidado de no hacer ni el menor ruido, no fuera que Patxi se asustase y Lady Melanie se llevase un descomunal disgusto sin necesidad.

De esta tan sencilla manera, el diminuto Patxi había pasado de ser la típica mascota de compañía de unos sexagenarios aburridos a convertirse en el idóneo y único interlocutor válido entre las dos personas de las que se componía el indisoluble matrimonio que formaban Sir. Livingstone y Lady Melanie.

Aquella mañana, al sonar el teléfono, Livingstone descolgó despacio el auricular y al otro lado del aparato logró escuchar una delicada voz femenina que en lugar de preguntar por su temible esposa, que hubiera sido lo propio, requirió en un tono más bien bajo:

-¿Está el LEHENDAKARI?-.Livingstone titubeó un instante sin saber que responder ante lo que parecía ser una descarada broma de mal gusto. Al ver a su esposo tan confundido con el auricular todavía reposando en el hombro intentando pensar, Lady Melanie, enarcando de pronto ambas cejas, se apresuró inmediatamente a interrogarle en silencio con la mirada.Él se limitó a decir:

-Preguntan por el LEHENDAKARI-.Con un gesto impaciente, Lady Melanie le arrebató a su marido el auricular de la mano y llevándoselo violentamente a la oreja amenazó:

-¿A que LEHENDAKARI se refiere usted?.

-A PATXI, -respondieron desde el otro lado.

-Desgraciadamente, PATXI no es aún LENDAKARI pero mi esposo y yo albergamos fundadas esperanzas en que algún día lo sea, -sentenció Lady Melanie con marcado acento británico-.

-Es igual, póngame de todas maneras, por favor, -insistió pacientemente la voz-.

-Señorita, eso es imposible. PATXI no puede hablar. No sabe, -respondió ahora con ternura Lady Melanie-. Si supiera, -prosiguió Lady Melanie- mi esposo lo tendría entonces todo mucho más facil, ¿no lo comprende?.

-No, no entiendo, -se impacientaba la delicada voz desde el otro lado.

-¡Oiga,señorita, dejemoslo estar!, -se apresuró a concluir Lady Melany ante el desconcierto de la otra- telefonée usted de nuevo dentro de un año que es el tiempo estimado que consideramos en que PATXI terminará hablando correctamente, -concluyó.

-Perdone, perdone, una última pregunta, por favor. -imploró la delicada voz del otro lado-.
-¿Acaso no se trata del domicilio del señor PATXI LÓPEZ?, -preguntó esperanzada esta vez la voz.

-No, señorita. Se trata de la muy honorable casa de Lady Melanie Pérez y de mi inútil pero querido esposo Sir Linvingstone López, -aseveró de corrido la temible esposa del ilustre viajero-.

-PATXI no es otro que nuestra pequeña mascota a la que, por desgracia, le toca cargar con el insignificante apellido de mi incapacitado ilustre esposo, -dijo despachándose abiertamente y sin tomar siquiera aliento- por lo que no descarto -prosiguió- que ante los repetidos fracasos del incompetente de mi marido Sir Livingstone López, nuestra mascota, es decir, THE GREAT PATXI, consiga algún día la tan ansiada celebridad en el tan dificil ejercicio de sus funciones como LEHENDAKARI. Celebridad que, por otro lado, jámas pudo alcanzar el bueno e inepto de mi esposo en ninguna de sus múltiples empresas llevadas a cabo a lo largo de su azarosa y desdichada existencia.

Y, dicho esto, sin esperar respuesta, colgó bruscamente el auricular.

SOLO

SOLO no tiene solo bajo su cargo el cuidado de Dácil y el de sus padres, el matrimonio formado desde hace años entre Carmen y Zoilo, sino que además trata también de proteger a su íntimo amigo, menor que él, el Gran PATXI.
Fue encontrado abandonado cerca de la que sería la futura casa del matrimonio y adoptado por estos con todas las consecuencias.
Como pago a todas las atenciones que le regalan sus descubridores, se cuida de la casa, de la familia y de su amigo más pequeño, PATXI.

EL GRAN PATXI

Patxi es un bichón maltés que nos soporta desde hace unos tres años. Carmen y yo nos hemos convertido en sus incondicionales mascotas y, en ocasiones, suele presumir de nosotros entre sus numerosas amistades.
Nos aprecia mucho y cuida de ambos con mucho mimo y esmero.
No hemos podido encontrar a nadie mejor que él como interlocutor válido entre el resto de humanos y esta pareja.

domingo, 1 de marzo de 2009

PEPE RUBIANES-IN MEMORIAM- Mi maestro

EN MEMORIA DE PEPE RUBIANES.
DESCANSE EN PAZ

A lo largo de todo el último año y, a veces también, por necesidades del "guión" me he visto en la necesidad de adoptar, en aras de mi propia imaginación, distintas personalidades que le concedieran a la crónica de turno la suficiente veracidad que el lector esperaba de su argumento. Sobre todo, en aquellos relatos para los que la ficción necesitaba de un Livingston unas veces, de un psicópata otras o de un agente secreto en algunas ocasiones.


Sin embargo, entiendo que al "visitador" que acude a este Blog como entretenimiento le interesaría saber de verdad si el aspecto que hoy represento en la vida real se corresponde fielmente con el de algunos de estos personajes que ustedes hayan podido imaginar previamente.

A pesar de que no pretendo del todo mostrar una imágen demasiado fidedigna de mi auténtica personalidad, si que es cierto que la que presento en esta fotografía se aproxima bastante a la que a mí me hubiera gustado aparentar y a la que, también, ustedes hubieran tenido que imaginar.

En cualquier caso la excusa que tengo hoy para ello es la falta de argumentos con los que abrir una nueva crónica que despierte el razonable interés de cualquiera.

Bien es cierto que sin la réplica que en pasadas ediciones me proporcionaba mi gran amigo Antonio Dorta por boca de su personaje Sir Stanley, resulta mucho más dificil crear uno nuevo que tenga la credibilidad que tuvo en el pasado, por ejemplo, el de Sir Livingston.