RETRODEZCAN
Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?
miércoles, 5 de mayo de 2010
Entrevista en LA OPINIÓN - Día 5 de Mayo 2009
Dácil López presenta su disco
La ´nueva Winehouse´ canaria
Acaba de sacar al mercado su nuevo proyecto discográfico, El Círculo del Amor
ALMUDENA CRUZ
SANTA CRUZ DE TENERIFE La cantante tinerfeña Dácil López acaba de sacar al mercado su nuevo proyecto discográfico, El Círculo del Amor. Formada en la Escuela Superior de Música de Cataluña, una de las más prestigiosas del país, la canaria se define como una artista "sólida" a la que le avalan años de trabajo y su paso por distintos proyectos entre los que destacan La Banda del Zurdo o la compañía de danza Sol Picó.
Ahora, con el nuevo disco entre sus manos, López habla de sus canciones con la ilusión de haber construido un discurso que considera "tremendamente original. Creo que este es un paso estilístico, muy nuevo. No se identifica con ningún estilo, muestro colores y facetas distintas", asegura desde Barcelona.
El Círculo del Amor ya ha empezado a sonar en emisoras de Cataluña, especialmente en Radio3, donde el programa Capitán Demo la ha bautizado como "la nueva Amy Winehouse española". La artista, que firma todos los temas del disco, explica que "me acompañan músicos prestigiosos, los mejores. Todos están vinculados a la escena del jazz catalán".
López ha autoeditado y producido el trabajo, que ya puede adquirirse en la plataforma itunes y a través de su página web (www.dacillopez.com). "La venta en tiendas ya no funciona, así que lo distribuyo yo misma, a través de internet y en los conciertos", asegura.
Como próximas citas en la agenda de esta joven intérprete destacan su participación en el próximo Festival de Jazz de Barcelona. No obstante, acaricia la posibilidad de traer este disco a las Islas como un verdadero sueño. "He crecido como artista en Cataluña, donde me he formado y he desarrollado mi actividad. Canarias exporta mucho talento, lo veo entre mis propios compañeros de la Escuela Superior de Música, pero falta que luego ese talento regrese de alguna forma a las Islas", detalla. Y es que, indica, el proyecto musical que encabeza "cuenta con la ventaja de que tiene cabida en cualquier tipo de festival. Es muy abierto, tiene jazz, rhythm and blues y va desde el rock hasta el pop. Mi ilusión es dar una pequeña gira de conciertos por Canarias", reitera.
Los artífices de El Círculo del Amor, con la tinerfeña Dácil López al frente, han sido escogidos por el departamento de cultura de la Generalitat de Cataluña para protagonizar una gira por varias ciudades. "Estoy muy centrada en todos los proyectos personales que están surgiendo. Tengo este disco, que me apetece trabajar a fondo, y otro que grabaré en breve con versiones de la gran Nina Simone. Además, estamos trabajando en otra idea que combinará la música y la poesía", destaca.
López, que pese a llevar muchos años en Cataluña se siente "canaria al cien por cien" cree haber dado un "paso más hacia mi madurez como cantante y compositora". Su voz es el mejor baluarte de sus ganas por proseguir el camino de la música.
"Sería un buen momento para que en Canarias se me abriera una nueva puerta. Pienso en este disco como en la prueba de la solidez de mi carrera y me apetece muchísimo llevarlo hasta mi tierra, allí esta buena parte de mi familia", concluye.
SANTA CRUZ DE TENERIFE La cantante tinerfeña Dácil López acaba de sacar al mercado su nuevo proyecto discográfico, El Círculo del Amor. Formada en la Escuela Superior de Música de Cataluña, una de las más prestigiosas del país, la canaria se define como una artista "sólida" a la que le avalan años de trabajo y su paso por distintos proyectos entre los que destacan La Banda del Zurdo o la compañía de danza Sol Picó.
Ahora, con el nuevo disco entre sus manos, López habla de sus canciones con la ilusión de haber construido un discurso que considera "tremendamente original. Creo que este es un paso estilístico, muy nuevo. No se identifica con ningún estilo, muestro colores y facetas distintas", asegura desde Barcelona.
El Círculo del Amor ya ha empezado a sonar en emisoras de Cataluña, especialmente en Radio3, donde el programa Capitán Demo la ha bautizado como "la nueva Amy Winehouse española". La artista, que firma todos los temas del disco, explica que "me acompañan músicos prestigiosos, los mejores. Todos están vinculados a la escena del jazz catalán".
López ha autoeditado y producido el trabajo, que ya puede adquirirse en la plataforma itunes y a través de su página web (www.dacillopez.com). "La venta en tiendas ya no funciona, así que lo distribuyo yo misma, a través de internet y en los conciertos", asegura.
Como próximas citas en la agenda de esta joven intérprete destacan su participación en el próximo Festival de Jazz de Barcelona. No obstante, acaricia la posibilidad de traer este disco a las Islas como un verdadero sueño. "He crecido como artista en Cataluña, donde me he formado y he desarrollado mi actividad. Canarias exporta mucho talento, lo veo entre mis propios compañeros de la Escuela Superior de Música, pero falta que luego ese talento regrese de alguna forma a las Islas", detalla. Y es que, indica, el proyecto musical que encabeza "cuenta con la ventaja de que tiene cabida en cualquier tipo de festival. Es muy abierto, tiene jazz, rhythm and blues y va desde el rock hasta el pop. Mi ilusión es dar una pequeña gira de conciertos por Canarias", reitera.
Los artífices de El Círculo del Amor, con la tinerfeña Dácil López al frente, han sido escogidos por el departamento de cultura de la Generalitat de Cataluña para protagonizar una gira por varias ciudades. "Estoy muy centrada en todos los proyectos personales que están surgiendo. Tengo este disco, que me apetece trabajar a fondo, y otro que grabaré en breve con versiones de la gran Nina Simone. Además, estamos trabajando en otra idea que combinará la música y la poesía", destaca.
López, que pese a llevar muchos años en Cataluña se siente "canaria al cien por cien" cree haber dado un "paso más hacia mi madurez como cantante y compositora". Su voz es el mejor baluarte de sus ganas por proseguir el camino de la música.
"Sería un buen momento para que en Canarias se me abriera una nueva puerta. Pienso en este disco como en la prueba de la solidez de mi carrera y me apetece muchísimo llevarlo hasta mi tierra, allí esta buena parte de mi familia", concluye.
domingo, 2 de mayo de 2010
ESCULTURA. Configuraciones urbanas
Invitado
a participar en el proyecto de Configuraciones
Urbanas organizado por el Ayuntamiento
de Barcelona con motivo de los Juegos
Olímpicos de 1992, el artista Juan
Muñoz intervino con una instalación escultórica de carácter narrativo cuya
función integradora no deja lugar a duda sobre el firme propósito del autor de
incorporarla en el tejido urbano de la ciudad, haciendo partícipe al propio
espectador de sus propias incertidumbres, sus recelos o su rotundo compromiso con la
sociedad en la que le ha tocado vivir.
Juán
Muñoz (1953-2001), desgraciadamente, murió joven, a la edad
de 48 años pero su corta trayectoria artística nos ha dejado ejemplos como La habitación donde siempre llueve, ubicada muy cerca de la playa, en la Plaza
del Mar del populoso barrio de la Barceloneta.
A medida que el espectador
va acercándose al lugar, distingue, aún en la distancia, lo que puede parecer
un diminuto oasis bajo cuyos árboles una cabaña enrejada de hierro cobija en su
interior a cinco figuras supuestamente dialogantes. Merced a un sofisticado
sistema de irrigación, en su interior siempre llueve; de ahí su título.
Muchos han querido ver en
esas cinco figuras una alegoría a los cinco continentes, protegidos del
exterior por la solidez del enrejado de hierro y siempre a la sombra de los dos
únicos árboles del entorno.
Como muchas de las figuras
ideadas por Muñoz, estas también tienen forma de “tentempié” que se yerguen a
partir de una base esférica y dotándolas de un halo tan misterioso que,
incluso, puede resultar hasta conmovedor.
La
relación que La habitación donde siempre
llueve mantiene con su entorno más inmediato es total. El diálogo, el
cobijo, la sombra y el agua que comparten los personajes se aproxima muchísimo
a la idea que se tiene de las
convenciones de carácter social que caracterizan a los habitantes de las
zonas costeras mediterráneas como puedan ser los del barrio marinero de la Barceloneta.
En este sentido su integración en el espacio
público resulta del todo eficaz y garantiza, - por parte del espectador-, la
aceptación indiscutible en el entramado
urbano de la zona.
sábado, 24 de abril de 2010
AHORA QUE ESTÁS AUSENTE
AHORA QUE ESTÁS AUSENTE MI CANTO EN LA NOCHE TE LLEVA........
......TE FUISTE GUITARRA ADENTRO HACIA EL TIEMPO DE LA MADERA.
miércoles, 21 de abril de 2010
GRACIAS, ANTONIO DORTA
Mi gran amigo Antonio Dorta a quién conocí, por fín, personalmente en la Semana Santa de este año en La Laguna, me ha enviado un documento gráfico de sumo interés sobre mi hermano aparecido en el diario AIRE LIBRE del año 1963 y que reproduzco aquí con la particularidad de que aquella entrevista a PEPE BONILLA le fue realizada por el entonces comentarista deportivo JUAN CRUZ RUIZ.
Es curioso observar que como "alias" deportivo mi hermano utilizara mi propio nombre: ZOILO
Es curioso observar que como "alias" deportivo mi hermano utilizara mi propio nombre: ZOILO
martes, 20 de abril de 2010
GRACIAS, SALVADOR GARCIA
FALLECIÓ BONILLA.
Ausentes de la ciudad, lo hemos sabido por Juan Cruz, quien siempre me
preguntaba por él. Ha escrito Juan una bella glosa en su blog. Y no menos
bella, desde luego, es la de su hermano Zoilo que ha volcado en cada frase, en
cada línea, la verdad genuina del sentimiento fraternal.
José López Bonilla. Pero todos le conocíamos por Bonilla. Le vimos pintar, iniciar un cortometraje, leer a Kafka, tocar la guitarra, componer, trabajar en la notaría, jugar al fútbol... Hizo de todo en el pueblo que conocía detalladamente, aunque sus silencios y su discreción dieran a entender lo contrario. Un polifacético a su modo, y a su medida.
'Boni' era la bondad personificada.
Eran nuestros primeros años de bachiller, en el inolvidable colegio de segunda enseñanza "Gran Poder de Dios", cuando ya Bonilla mostraba sus inquietudes artísticas. Atraído por el cine y por la música, puso en marcha una suerte de productora (Elcipi, creemos recordar, junto a Perera González y Pérez Yanes) que llegó a iniciar el rodaje de un cortometraje. La escena de un atropello se filmó un domingo por la mañana en la intersección de las avenidas Venezuela y Colón, cuando aún no eran peatonales. El empeño de 'Boni' era merecedor de un buen acabado.
Una vez, en la plaza de la Iglesia, nos dijo: "Ven acá, repíteme esa estrofa. Tú tienes un oído del carajo". Debía estar vacilando, claro. Porque también estaba dotado de un fino sentido del humor en aquellos años sesenta en que intentábamos despegar y los mayores trataban de romper convencionalismos y anacronismos a base de imaginación verbal y 'golpes' de efecto.
Tocaba el bajo. Lo hacía francamente bien. Se esforzaba, pedía partituras y repetía acordes las veces que hiciera falta. A los chicos nos dio por seguir los ensayos prácticamente diarios en una vieja casona de la calle Doctor Ingram y también en un local del desaparecido Frente de Juventudes, a la espera de algún festival o de una actuación en algún barrio. 'Boni' hizo versión de uno de los primeros éxitos del grupo "Lone Star", titulado "Amor bravo". También tocó durante un tiempo los domingos por la tarde en el siempre recordado "Cintra" de la playa de Martiánez.
Le apasionaba el "soul". Aretha Franklin, Ottis Redding, Desmond Dekker, Arthur Conley, Percy Sledge... cualquier intérprete de aquel estilo era genial para él. De Ottis memorizó "Sittin on the dock of the bay", que tenía una parte silbada. Cuando coincidíamos, la repetíamos.
No se perdía un programa que emitían los miércoles por la noche en la televisión en blanco y negro. La memoria no alcanza para plasmar el nombre del presentador de aquel espacio "Tren de medianoche", al que Bonilla imitaba hasta la exactitud en un gesto de subir los ojos cuando despedía.
Curiosamente, la parte menos seria, o la más frívola del Bonilla amante de la música, la protagonizó en una de aquellas sesiones de escala en hi-fi, cuando hizo de Henry Stephen en su "Limón, limonero".
Jugó al fútbol en equipos de categorías inferiores y de aficionados. Tenía un estilo peculiar y suplía con buen manejo de balón su falta de velocidad.
Izquierdista convencido y practicante, José López Bonilla era madrugador. Y dando vueltas a la plaza, muy temprano, siempre se interesó por problemas sociales y siempre procuró informarse para dar respuesta adecuada a cuestiones que suscitaba la política nacional. La local, como que le gustaba un poco menos. En el ejercicio de la alcaldía, nos animó muchas veces, al clarear, después de leer algún titular de prensa con el que discrepaba.
Se ha ido en silencio. Quienes sabíamos de sus problemas procuramos siempre animarle. Era muy realista con sus gestos y su mirada. El valor de la discreción, de la circunspección, tuvo en Bonilla un representante de vanguardia.
Hasta siempre, 'Boni'.
José López Bonilla. Pero todos le conocíamos por Bonilla. Le vimos pintar, iniciar un cortometraje, leer a Kafka, tocar la guitarra, componer, trabajar en la notaría, jugar al fútbol... Hizo de todo en el pueblo que conocía detalladamente, aunque sus silencios y su discreción dieran a entender lo contrario. Un polifacético a su modo, y a su medida.
'Boni' era la bondad personificada.
Eran nuestros primeros años de bachiller, en el inolvidable colegio de segunda enseñanza "Gran Poder de Dios", cuando ya Bonilla mostraba sus inquietudes artísticas. Atraído por el cine y por la música, puso en marcha una suerte de productora (Elcipi, creemos recordar, junto a Perera González y Pérez Yanes) que llegó a iniciar el rodaje de un cortometraje. La escena de un atropello se filmó un domingo por la mañana en la intersección de las avenidas Venezuela y Colón, cuando aún no eran peatonales. El empeño de 'Boni' era merecedor de un buen acabado.
Una vez, en la plaza de la Iglesia, nos dijo: "Ven acá, repíteme esa estrofa. Tú tienes un oído del carajo". Debía estar vacilando, claro. Porque también estaba dotado de un fino sentido del humor en aquellos años sesenta en que intentábamos despegar y los mayores trataban de romper convencionalismos y anacronismos a base de imaginación verbal y 'golpes' de efecto.
Tocaba el bajo. Lo hacía francamente bien. Se esforzaba, pedía partituras y repetía acordes las veces que hiciera falta. A los chicos nos dio por seguir los ensayos prácticamente diarios en una vieja casona de la calle Doctor Ingram y también en un local del desaparecido Frente de Juventudes, a la espera de algún festival o de una actuación en algún barrio. 'Boni' hizo versión de uno de los primeros éxitos del grupo "Lone Star", titulado "Amor bravo". También tocó durante un tiempo los domingos por la tarde en el siempre recordado "Cintra" de la playa de Martiánez.
Le apasionaba el "soul". Aretha Franklin, Ottis Redding, Desmond Dekker, Arthur Conley, Percy Sledge... cualquier intérprete de aquel estilo era genial para él. De Ottis memorizó "Sittin on the dock of the bay", que tenía una parte silbada. Cuando coincidíamos, la repetíamos.
No se perdía un programa que emitían los miércoles por la noche en la televisión en blanco y negro. La memoria no alcanza para plasmar el nombre del presentador de aquel espacio "Tren de medianoche", al que Bonilla imitaba hasta la exactitud en un gesto de subir los ojos cuando despedía.
Curiosamente, la parte menos seria, o la más frívola del Bonilla amante de la música, la protagonizó en una de aquellas sesiones de escala en hi-fi, cuando hizo de Henry Stephen en su "Limón, limonero".
Jugó al fútbol en equipos de categorías inferiores y de aficionados. Tenía un estilo peculiar y suplía con buen manejo de balón su falta de velocidad.
Izquierdista convencido y practicante, José López Bonilla era madrugador. Y dando vueltas a la plaza, muy temprano, siempre se interesó por problemas sociales y siempre procuró informarse para dar respuesta adecuada a cuestiones que suscitaba la política nacional. La local, como que le gustaba un poco menos. En el ejercicio de la alcaldía, nos animó muchas veces, al clarear, después de leer algún titular de prensa con el que discrepaba.
Se ha ido en silencio. Quienes sabíamos de sus problemas procuramos siempre animarle. Era muy realista con sus gestos y su mirada. El valor de la discreción, de la circunspección, tuvo en Bonilla un representante de vanguardia.
Hasta siempre, 'Boni'.
PERCEPCIONES; ahora que me he quedado solo
Creo que aquel decorado de
ensueño siempre, -y sin darnos cuenta hasta mucho más tarde-, le vino grande a mi
familia. Aunque en un principio parecimos encajar perfectamente en él, tuvimos por
contra el inconveniente de no haber
pertenecido nunca a aquel soberbio paisaje donde de continuo recibíamos suaves aunque discretos empujoncitos para sacarnos de sus
límites. Allí se movían a la perfección todos aquellos cuyas raíces permanecían
desde su nacimiento vinculadas a su tierra y a su mar.
Un mar por el que mi hermano Pepe y yo
sentíamos una gran debilidad y cuyas olas rompían con energía contra aquel
bastidor rocoso que sostenía el lienzo multicolor, multiétnico y casi
multinacional que propiciaba la industria de un turismo cada vez más emergente
y que años más tarde se iría
deteriorando de tal manera que hasta corríamos el serio riesgo de que en su desplome quedáramos sepultados para siempre bajo su pesado lienzo, afectando, de manera especial, a los foráneos y advenedizos como nosotros.
Cada uno defendía el sitio que verdaderamente le correspondía y es justo
reconocer que esa prioridad se la adjudicaran los allí nacidos y arraigados.
Mi hermano Pepe y yo proveníamos
de un desarraigo social donde, desde niños, nuestro mayor entretenimiento consistía
en asistir a presenciar, desde la desconchada acera, como se derretía el piche
de la carretera general durante los intensos días de sol en pleno verano. Aquel
suburbio inhóspito al que dividía en dos la cinta de alquitrán derretido no era
otro que La Cuesta.
El nuevo decorado portuense no sólo se componía de un precioso paisaje físico que en absoluto alteraba nuestra tímida presencia en él sino que nuestros deseos, nuestras esperanzas y nuestro futuro también tenían cabida en un reducido espacio sentimental, invisible para el resto pero no para nosotros, los que llegamos de La Cuesta mientras el piche de su carretera general continuaba derritiéndose año tras año bajo el sol implacable de aquellos calurosos veranos ya pretéritos. De haber sido un espacio visible, esa reserva sentimental sobre el lienzo de aquel distinto y hermoso paisaje hubiera explicado muchas cosas sobre nosotros, sobre mi querido hermano Pepe y yo que muchos desconocian.
Una suerte maléfica parecia perseguir desde siempre a mi familia, cebándose, sobre todo, en nosotros, en mi hermano y en mí. En forma de oscuro moho enlutado, aquel incomprensible maleficio terminó poco a poco por apoderarse del lienzo multicolor que para nosotros significaba el Puerto, escudriñando, acechándonos desde cualquier esquina sin que Pepe y yo pudiéramos hacer nada por evitar la castración artística, intelectual, lúdica, deportiva, etc. a la que nos tenía sometidos. Y así, el bastidor que lo sostenía se fue deteriorando, se fue pudriendo bajo el peso de su funesta influencia, con peligro para nosotros , los que un día llegamos desde de La Cuesta con tan buenas intenciones de futuro.
Mucho antes de que aquel pesado telón de fondo terminara por caer irremisiblemente sobre la ya endeble figura de mi querido hermano Pepe, sepultándolo para siempre, yo ya me había descolgado de aquel rancio decorado que lentamente se iba desdibujando en la medida que aquel moho enlutado se apoderaba paulatinamente de él.
Junto a mi nueva familia, Carmen y Dácil, me refugié en uno nuevo, luminoso, abierto, con sus cuatro estaciones y sus cuatro puntos cardinales de los que sólo me interesaban dos: al Norte Los Pireneos, al Sur el Mediterráneo.
Sin embargo y con permiso del excelente músico y compositor, también siempre podré cantar: .......y que le voy a hacer, Serrat, si yo no nací en el Mediterráneo?
El nuevo decorado portuense no sólo se componía de un precioso paisaje físico que en absoluto alteraba nuestra tímida presencia en él sino que nuestros deseos, nuestras esperanzas y nuestro futuro también tenían cabida en un reducido espacio sentimental, invisible para el resto pero no para nosotros, los que llegamos de La Cuesta mientras el piche de su carretera general continuaba derritiéndose año tras año bajo el sol implacable de aquellos calurosos veranos ya pretéritos. De haber sido un espacio visible, esa reserva sentimental sobre el lienzo de aquel distinto y hermoso paisaje hubiera explicado muchas cosas sobre nosotros, sobre mi querido hermano Pepe y yo que muchos desconocian.
Una suerte maléfica parecia perseguir desde siempre a mi familia, cebándose, sobre todo, en nosotros, en mi hermano y en mí. En forma de oscuro moho enlutado, aquel incomprensible maleficio terminó poco a poco por apoderarse del lienzo multicolor que para nosotros significaba el Puerto, escudriñando, acechándonos desde cualquier esquina sin que Pepe y yo pudiéramos hacer nada por evitar la castración artística, intelectual, lúdica, deportiva, etc. a la que nos tenía sometidos. Y así, el bastidor que lo sostenía se fue deteriorando, se fue pudriendo bajo el peso de su funesta influencia, con peligro para nosotros , los que un día llegamos desde de La Cuesta con tan buenas intenciones de futuro.
Mucho antes de que aquel pesado telón de fondo terminara por caer irremisiblemente sobre la ya endeble figura de mi querido hermano Pepe, sepultándolo para siempre, yo ya me había descolgado de aquel rancio decorado que lentamente se iba desdibujando en la medida que aquel moho enlutado se apoderaba paulatinamente de él.
Junto a mi nueva familia, Carmen y Dácil, me refugié en uno nuevo, luminoso, abierto, con sus cuatro estaciones y sus cuatro puntos cardinales de los que sólo me interesaban dos: al Norte Los Pireneos, al Sur el Mediterráneo.
Sin embargo y con permiso del excelente músico y compositor, también siempre podré cantar: .......y que le voy a hacer, Serrat, si yo no nací en el Mediterráneo?
lunes, 19 de abril de 2010
¡¡GRACIAS, JUAN CRUZ!!. (En nombre de mi hermano y en el mio propio)
Un amigo
Tuve
un amigo en mi adolescencia que me ayudó a conservar la risa en un
tiempo que era muy poco propicio a la risa. Tenía un gran sentido del
humor, mostraba siempre una enorme disponibilidad de tiempo, era capaz
de conversar de cualquier cosa con tal de tener a los demás
entretenidos. La vida luego nos llevó por circuitos distintos, y de vez
en cuando recibía noticias suyas a través de gente de mi pueblo o de
alguno de sus parientes. Se llama José López Bonilla, y murió ayer,
después de una enfermedad muy grave, de enorme sufrimiento. Era hermano
de Zoilo López Bonilla, artista plástico, fotógrafo que almacena en su
memoria algunas de las mejores instantáneas del Puerto de la Cruz de
nuestra generación. Pepe era su hermano menor. Vinieron al Puerto
cuando yo era un chiquillo, y conocí pronto a Pepe. Él trabajaba en la
recepción de un hotel, cerca de mi colegio, y por las tardes, cuando yo
no iba a clase, que era con mucha frecuencia, charlábamos por teléfono
de todo lo que sucedía en el pueblo. Su sentido del humor se parecía a
ese humor caribeño que luego descubrí en Tres tristes tigres; era
chispeante y feliz, rapidísimo, contaba las cosas con la alegría de
quien se las encuentra frescas en su ingenio; su generosidad conmigo
fue grande. Se quitaba tiempo del tiempo que tenía para contarme
historias de su invención con las que me mantenía alerta acerca de lo
que sucedía en la vida que estaba más allá de mi cama y de mi casa. Mi
hermano, que era muy diestro en el manejo de los aparatos eléctricos o
electrónicos, cambio de sitio el teléfono de baquelita de mi casa, lo
quitó de la entrada y lo colocó en la cabecera de mi cama, para que en
días de convalescencia, que eran muchos, pudiera hablar con dos amigos,
Pepe y Rafa; Rafa era --y es, afortunadamente-- Rafa Cobiella,
compañero de clase. Rafa me contaba qué pasaba en el colegio y Pepe me
contaba qué pasaba en la vida. Ese mismo teléfono me sirvió luego para
comunicar con el periódico Aire Libre, que es donde empecé a publicar
mis crónicas, como corresponsal futbolístico en la zona norte de la
isla. Hasta mi casa llegó después Salvador Pérez, que se firmaba
Paladín, y era el que se llevaba esas crónicas directamente a la
redacción de aquel semanario. Pero mi manía telefónica, que muchos
amigos me reprochan, nació precisamente para hablar con Pepe y Rafa.
Pepe ya no está, y eso me produce una congoja, una herida, de la que he
querido escribir hoy en medio de un día nublado, extenuante, en la
ciudad postiza. Pepe López Bonilla, un ingenio inagotable cuyos días
acabaron pero cuya memoria me llena de gratitud y de buen recuerdo.
SOUL MAN: Pepe Bonilla. Descanse en paz
Recuerdo a mi hermano, PEPE BONILLA, en su época de esplendor. En la época en que con su propio grupo actuaba los domingos por la tarde en la terraza del CINTRA PLAYA en la Playa de Martianez, hoy ya desaparecido. Sólo tengo presente el nombre de uno de sus miembros: LEOCADIO quién tocaba el saxofón acompañado de mi hermano al bajo eléctrico. Y hacían SOUL, música que despertaba en mi hermano un profundo sentimiento artístico y que valía la pena escuchar por entonces en un Puerto de la Cruz donde fueron pioneros de aquella música nueva de cuyos intérpretes y compositores tenía mi hermano una vasta colección de LP's. que habrán heredado sus hijos.
Como homenaje a aquellos años de su alegre juventud inserto una de las varias fotos encontradas en mi colección de negativos. Así es como me gustaría recordarle siempre: sano y alegre
domingo, 18 de abril de 2010
IN MEMORIAM: José López Bonilla, mi querido hermano
Hace sólo una media hora me han
comunicado por teléfono la desafortunada notica de la muerte de mi
único hermano. Pero no lo hizo como cabia esperar la recepción de la
planta del Hospital Universitario donde dejé, durante la semana que me
desplacé a Canarias por tal motivo, mi número de teléfono para cuando
se produjera el esperado óbito.
Lo ha hecho uno de sus hijos con un lacónico mensaje: "mi padre se murió".
No
voy a hablar de la decisión tomada por mi hermano hace años respecto al
curso que le daría a su propia vida. Sólo puedo decir que fue una
excelente persona, un magnífico hermano y que afrontó valientemente
todas las consecuencias que se derivaron de tal compromiso. Quise hacer
algo en su favor pero siempre siguió fiel al camino que había elegido;
un camino cuyo final ha llegado desgraciadamente a su fín sin que yo
pudiera haber hecho absolutamente nada por evitarlo.Aún así me siento
ahora culpable de haber tenido que abandonar la isla en busca de nuevos
horizontes mientras él corría en el Puerto con su propia y desgraciada
suerte. ¡¡Siempre le tendré en mi memoria!!.
Todos
los que me conocen saben el cariño que yo profesaba por él.
Nunca tuve queja de su comportamiento hacia mí aunque se me hizo
siempre muy dificil llegar a comprender el motivo de su aparente
abandono.
Después
de un largo periodo de diez años de separación, sólo me queda el
consuelo de haberlo visto con vida durante los siete dias de
esta última Semana Santa del 2010 en la que me desplacé desde Barcelona
para acompañarle en el trance final de su dolorosa enfermedad.
He
intentado por todos los medios conseguir un vuelo a Canarias para
asistir al entierro que tendrá lugar mañana pero los nuevos
acontecimientos derivados de la erupción del volcán de Islandia me lo impiden. El destino, una vez más, consigue frustrar este
particular propósito de rendir el último adios a mi querido hermano
Pepe.
Carmen y mi hija Dácil siempre recordarán su sincera sonrisa y el mutuo aprecio que se profesaban.
DESCANSE EN PAZ
Me consta la ayuda que muchos le prestaron en la medida de sus posibilidades y agradezco profundamente esa gran generosidad. ¡GRACIAS A TODOS!
Carmen y mi hija Dácil siempre recordarán su sincera sonrisa y el mutuo aprecio que se profesaban.
DESCANSE EN PAZ
Me consta la ayuda que muchos le prestaron en la medida de sus posibilidades y agradezco profundamente esa gran generosidad. ¡GRACIAS A TODOS!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)