Este Blog pretende, aparte de entretener, mostrar parte de mi producción artística en materia de pintura, escultura, fotografía y literatura. Espero haberlo conseguido
RETRODEZCAN
Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él. Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día. Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?
Debo ser de los pocos de mi generación cuya vida transcurre paralela y sin graves problemas a la evolución de la técnica de la informática porque desde que me he asomado a las ventanas de muchas pantallas de ordenador a través de mi Blog, de la galería Flickr, de Picasa, etc., solo los hijos de mis viejos amigos parecen ser los únicos en haber encontrado la forma de ponerse en contacto conmigo sin dificultad alguna.
Esta vez le ha tocado el turno a TANIA, hermana de Rocco e hija de mi buen amigo Pepe Reyes, quién me ha dejado un cariñoso mensaje en la galería de fotos de PICASA, donde, por cierto, hacía muchísimo tiempo que no entraba por haberle concedido mayor preferencia a FLICKR, su competencia. Aparte de su innegable atractivo físico, lo que le granjeó gran cantidad de admiradoras en su juventud, Pepe conservó además, bajo mi punto de vista, una grandísima virtud que le hacía extremadamente humano a pesar de su gran envergadura: su INOCENCIA. Desde aquí le doy las gracias a toda esa especie de "sobrinos" que me honran con sus visitas movidos seguramente por la curiosidad de pillar a sus padres "in fragantis" durante los años en los que ni siquiera la mayoría de ellos habían sido aún concebidos. Pero estaros tranquilos porque vuestros padres, a los que fotografié en muchísimas ocasiones y en muy distintas actitudes, éstas nunca fueron susceptibles de haberles atribuído ningún hecho punible o delictivo del que tuvieran que haberse arrepentido y que hubiera podido manchar vuestra natural y santa inocencia. Envío, pues, un cariñoso saludo a esa pléyade de "sobrinos" que en Flickr supieron ver en sus padres y familiares a mis auténticos amigos de juventud y en especial a Loli Pérez, Sarita-agua, Sara Torres, Tania y su hermano Rocco y a tantos otros que aún no se habrán puesto en contacto conmigo pero a los que espero de manera incondicional.
Nos retiramos bién temprano y bién temprano nos despertamos. Luego de cumplir su cometido y de tragarnos las uvas, sombreritos y matasuegras fueron abandonados a su suerte bajo la cama para irnos a dormir plácidamente. No hubo necesidad de braguitas rojas ni la ayuda de la Biagra para que todo lo demás aconteciera según lo previsto y según lo previsto pensamos abordar este nuevo año que hemos bautizado como el 2009. Los perros, inquietos, ladraron a la mañana de un nuevo año rescatando de la penumbra los sombreritos y matasuegras abandonados la noche anterior hasta convertirlos luego en numerosos trocitos de cartón de distintos colores a base de certeras dentelladas. ¿Malos augurios?. No, en absoluto. El perro siempre será fiel a su propio instinto y gorritos y matasuegras cada año dispondrán de unas vidas efímeras cuyo principal objetivo no es otro que el de pertenecer a un surtido cotillón con el único propósito de intentar molestar al máximo a los demás y a los perros en particular.
El tiempo es inexorable. Los humanos hemos tenido siempre la debilidad de querer medir el tiempo para ajustarlo lo más exactamente posible a la medida de nuestras fatuas necesidades sin darnos apenas cuenta que, en definitiva, lo que en realidad estamos haciendo es medir nuestra propia y escasa existencia: TO BE OR NOT TO BE. El tiempo es además implacable. Los relojes, esas máquinas que miden la magnitud física del tiempo, podrán pararse pero no por ello lograrán también detenerlo . El tiempo y el espacio son dos conceptos que se presumen infinitos. Sin embargo, cada año que pasa nos acercamos más a nuestro propio final sin que ello tenga que significar que el universo se acaba. Lo más probable es que los años, contados por los humanos todavía con vida, seguirán sucediéndose hasta un número infinito que ningún ser vivo será capaz de poder predecir, precisamente por eso, por su infinitud. Tendremos que agradecer que todos aquellos que hayamos salido indemnes de este último 2008 mantengamos aún la esperanza de poder volver a decir lo mismo el último día del 2009: ¡¡FELIZ 2010!! Desde este mi humilde Blog quiero agradecer el interés tomado por todos aquellos que hicieron posible mi entusiasmo a lo largo de este año y a aquellos otros que, sin ni siquiera conocernos personalmente, han mantenido incondicionalmente su amistad, su lealtad y su desinteresada colaboración: Antonio Dorta, Salvador Garcia Llanos, Pepe Martín, Francisco Rodríguez, Iván López, Carmen Coello, Domingo Hernández, Bruno Juán, Juan Cruz, Pepe Rodríguez Espinosa, Loli Pérez, Miguel de León, etc., etc.
Yo llegué al Puerto sabiendo nadar lo justo. No quiero decir que me hubiera desplazado desde Santa Cruz a nado, no; es que apenas si sabía nadar cuando, recién llegado, conocí a José Antonio. Un año más tarde podía presumir de saber nadar decentemente gracias a lo que de él aprendí o, mejor dicho, a todo cuanto él me enseñó. Cuando no en San Telmo, en las piscinas del Sr. Gilbert. En ambos lugares ejercía de lider de las aguas y era preferible, si se quería evitar una agustiosa "aguadura", aprender a nadar bién cuanto antes de la misma manera que lo hacía la mayoría. Con cierto orgullo puedo hoy afirmar que TATO supo apiadarse del patito feo que yo significaba para un joven de su envergadura y experiencia en el mar.
Lamento tanto su fallecimiento como cualquiera de sus íntimos amigos y familiares. Me consuela, sin embargo, saber que aún conservo estas dos fotografías sobre su flamante motocicleta.
José Antonio Peláez Estrella, popularmente conocido por “Tato” Peláez. Algunos, siguiendo a Gilberto Hernández Linares, “el Orejas”, le llamábamos “Búfalo”.
Era un buen tipo Peláez, un hombre noble, al que le apasionaban los coches y las motos. Jugó al fútbol en categorías de base y en aficionados y practicó judo. Durante muchos años trabajó en la empresa familiar, una de las primeras en el Puerto de la Cruz en el ramo de la alimentación.
También se aficionó al cine y era habitual que siguiera la cartelera para estar al tanto de los estrenos en Santa Cruz y La Orotava.
Era uno de los “fijos” en San Telmo, a donde llegaba en bañador al mediodía, para disfrutar de un par de horas, antes de volver a la sesión vespertina del trabajo. Allí enseñó a nadar a muchos jóvenes y también a lanzarse desde lugares altos. Peláez hacía las delicias de mucha gente, cuando subía a “La trinchera” o a “El camello” y hacia unos espectaculares saltos de ángel. También los practicó desde el risco de la ermita para caer cerca de “La cebada”.
Condujo uno de los “Austin Cooper 1000” que tan de moda estuvieron en la segunda mitad de los sesenta y primeros años de los setenta. Lo pintó de forma muy curiosa, muy deportiva, en dos o tres ocasiones.
También conducía un furgón que se accidentó en la carretera de Las Arenas en una madrugada de Viernes Santo. El y sus ocupantes se llevaron un susto de aúpa.
“Tato” Peláez formó parte de las reuniones nocturnas de la plaza del Charco, aquellas que en los setenta se prolongaban hasta el amanecer. En ocasiones, antes de irse, acompañaba a Gilberto Hernández y Alejo López hasta algún establecimiento de las localidades cercanas. Con ambos colaboró en el Festival Internacional de Aeronáutica que lleva el nombre de la ciudad.
Ya en los años setenta, seguidor habitual del C.D. Puerto Cruz, protagonizó otro leve accidente: grababan en super 8 un Puerto Cruz-Orotava en El Peñón desde una azotea próxima al campo. Peláez, que pesaba lo suyo, pisó una claraboya acristalada y milagrosamente apenas padeció un rasguño. Muy ufano, se levantó y dijo una frase para la historia:
-Yo, que he visto el partido a través del objetivo de la cámara…
Era generoso y desprendido con sus amigos. Superó las adversidades de la vida y aunque se alejó del Puerto por problemas de salud siempre estuvo atento a cualquier hecho que ocurriera.
Es de las pocas veces en que al parecer José Carlos no se fía de la valoración artística que del retrato hace la esposa del modelo. Personalmente, el retrato me pareció genial pero el motivo de la foto es que absolutamente todos los personajes, incluido el del retrato, llevan gafas. Y la expresión del pintor, única.
Aquí podemos verle a bordo de su "Morgan" descapotable con el que, en numerosas ocasiones, se desplazaba hasta su peculiar "plató" en el Café de París donde por lo común ya le aguardaban sus clientes. En otras ocasiones llegó a utilizar un precioso CADILLAC.
Esta niña que hoy se asoma a las páginas de mi Blog es hija de José Carlos "El pintor". Es probable que a las nuevas generaciones no les diga nada el nombre de José Carlos pero este gran retratista, afincado a la sazón entre nosotros, contribuyó de manera eficaz a la proyección del nombre del Puerto de la Cruz más allá de nuestras estrechas fronteras utilizando como vehículo propio los numerosos retratos efectuados a otros tantos clientes y modelos que a menudo hubieron de guardar cola hasta obtener tamaño privilegio. Nadie mejor que él podría explicar en que consistió su peculiar manera de promocionar y promover actuaciones encaminadas a mantener ese espíritu tan elegante que, en su tiempo, caracterizó al Puerto. Esa elegancia empezaba por él mismo y su entorno. Comodamente sentado en la terraza del Café de París, rodeado de cuanto precisa un buen retratista para ejercer su trabajo, incluído un intérprete, se entregaba por entero a su arte mientras en el interior del establecimiento otro no menos artísta, Leopoldo Ortí, aunque en distinta displina, nos deleitaba a lo largo de la noche con un interminable y "glamuroso" repertorio de conocidísimas y frescas melodias extraidas primorosamente del alma de su gran piano de cola hasta crear la magia, imposible de disociar, entre su propia maravillosa música y la no menos exquisita pintura de José Carlos. Entre música, pintura, un excelente y profesional servicio que nos aprovisionaba, como en las películas, de algún que otro Dry Martini de tanto en tanto, dejábamos pasar el tiempo bajo un cielo completamente estrellado mientras los neones de la Avenida de Colón parpadeaban colores sobre el océano majestuoso.
Monaguillos en la Romería de la Orotava Ni siquiera Su Santidad y menos aún el Sr. Rouco Varela serán capaces de convencerme hoy de que la familia tradicional, tal y como siempre la ha concebido (más que entendido) la iglesia católica, no esté desde hace tiempo en crísis, sin embargo, la generosidad, que tampoco es patrimonio de esa iglesia y, en absoluto, se necesita pertenecer a ella para llevarla a cabo, debería prevalecer entre nosotros por encima de algunas otras consideraciones religiosas. Mal que nos pese, -y hablo por mi mismo,- no podremos imaginar jamás la soledad, el abandono, la desdicha, etc., que habrán tenido que soportar nuestros progenitores comparados con las mias para que yo, desde esta atalaya de privilegio alcanzada a base de mejores oportunidades y trabajo en la que ahora me encuentro, me obligue a mi mismo a criticar y repudiar sus ya pasadas actitudes que, si fueron o no malogradamente equivocadas, no debería ser yo quién para juzgarlas fuera del cotexto que por ende les corresponde; en todo caso, analizarlas. Ese análisis es el que me ha ayudado y el que ha contribuido hoy a generar en mí la suficiente generosidad que no logré aplicar en el pasado como para no concerderles el descanso y el perdón que se merecen mis padres en el presente.
TEXTO REVISADO Y CORREGIDO DEL ORIGINAL
A MI ENTRAÑABLE SOBRINO
Si tan poco te importa, como según parece, la opinión de las sagradas escrituras respecto de quienes son las personas que han de integrar el modelo del núcleo familiar cristiano no entiendo entonces la necesidad de tanta justificación. Lo que sí es cierto es que, como mínimo y a pesar de todo, yo sí que le dispensaría el mismo trato al padre que lo necesita que al perro que convive confortablemente bajo mi mismo techo y come de mi mismo plato, mientras mi progenitor, entretanto, ha de cobijarse bajo las estrellas y ser unicamente auxiliado por los Servicios Sociales de un pobre Ayuntamiento.
Aprende, pues, de tus amigos homosexuales que, según tú, y en contra de la opinión de la "santa madre iglesia", comienzan a educar a su hijo adoptivo en valores humanos y de solidaridad.