RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

lunes, 30 de marzo de 2009

POR LA INTERRUPCIÓN VOLUNTARIA DEL EMBARAZO

Solo un sector de LA SANTA MADRE IGLESIA vista por Zoilo López
En cierta ocasión y coincidiendo con uno de mis numerosos viajes universitarios a Roma como Licenciado en Historia del Arte, conseguí sorprender sin querer, -en los lavabos públicos del Museo Vaticano-, al mismísimo Santo Padre masturbándose sin piedad, compulsivamente, como un poseso, frente al gran espejo que cubría toda una pared del enorme cuarto de baño del recinto.
-¿Pero que hace, Santo Padre?, ¿no comprende la cantidad de vida que esta Vd. despreciando en este preciso momento?, -le amonesté.

-¡Per favore!, ¡prego!, no me moleste Vd. ahora, Sr. Licenciado. Ya hablaremos cuando acabe lo que, muy en breve, estaré a punto de descubrir -respondiome jadeando el Vicario de Cristo en la Tierra.

Armado de una Santa Paciencia que ni p'a qué, hube de aguardar aún alrededor de, aproximadamente, quince minutos más hasta que su sagrada eyaculación pusiera fín a aquel bochornoso espectáculo tan dantesco como soberbio y tan morboso a la vez.

Con una descarada expresión de placer, corrigiéndo con ámbas manos la posición ladeada del blanco bonete sobre su oblonga cabeza, acudía ahora a mi encuentro con una hipócrita sonrisa mal dibujada en su rostro e interrogándome desde la media distancia acerca de cual era la naturaleza real de mi pregunta y a que se debía el honor de tan inoportuna visita.

-¿No cree Vd. Santo Padre que la masturbación, sobre todo la masculina, es tanto como contribuir a un acto de negación a la vida y por ende susceptible de ser tan criticada y en la misma medida en la que pueda serlo también, siempre según la prescripción de la Iglesia, la interrupción voluntaria del embarazo entre las mujeres?.

-De ninguna manera, -repondió categoricamente Su Santidad. El onanismo, -prosiguió- no constituye necesariamente en sí mismo un desprecio por la vida por cuanto el vientre femenino no participa directamente de él y en consecuencia etc., etc., etc...................

Con ámbas manos enlazadas y cruzadas por las palmas a la altura del pecho, hablaba y hablaba sin parar, como si del más eminente de los ginecólogos del mundo conocido se tratara, en lugar de hacerlo pausada y cristianamente tal y como como debiera corresponder al más alto dignatario que en realidad era de la Iglesia Católica Apostólica y Romana.

Cuando por fín hubo guardado silencio, volví a la carga más bién con una acusación formal que con una benevolente nueva pregunta:

-¿No siente Vd. vergüenza alguna de su propio comportamiento al ser sorprendido in fraganti públicamente, beneficiándose de un placer que solo debiera corresponderles o estarles exclusivamente destinado a la mayoría de los hombres que, por culpa de Su Santidad y temiendo dejar embarazadas a sus propias mujeres, deben de recurrir a aquello de lo que Vd. también se aprovecha en beneficio propio?. Admita Su Santidad, -continué persuasivo,- que las mujeres puedan ser libres de una vez por todas y para siempre de poder elegir la propia interrupción de su embarazo de la misma manera que ellas admitirían que fuera Vd. libre de ir masturbándose sin cesar y sin recato, cuantas veces al día lo estime oportuno, clandestinamente o en público, de día o de noche si fuera preciso, por las cuatro esquinas de sus lujosos palacios, por cualquiera de los muchos rincones de las memorables capillas, incluida la SIXTINA o por todas esas románicas nauseabundas cloacas y pestilentes barrocos retretes cuyos tronos la Santa Madre Iglesia preside y que con tanto mimo pone a nuestra entera disposición para destinarlos adecuadamente a nuestras más perentorias necesidades entre las vastísimas y lujosas dependencias de las que se compone su hermética y piramidal Ciudad Santa sobre la que se asienta el firme estado del Vaticano.

EXPEDICIÓN A CANARIAS. continuación

Una semana más tarde de que lo hubiera hecho su entrañable y bella amiga, cierta diáfana mañana de un soleado día de primavera, Stanley y Livingstone también zarparían desde el mismo puerto de Plymouth una vez que aprehendida de sus fieles confidentes inglesas toda la información válida habida y directamente relacionada con el delicado asunto que les ocupaba últimamente levaran, por fín, anclas rumbo a Canarias. Por equipaje solo llevaban lo estrictamente imprescisdible por tal de afrontar la primera quincena en las islas. A partir de la segunda, sería cometido de Lady Ginebra aprovisionarles de todo cuanto fuere necesario a fín de llevar a cabo, con las máximas garantías posibles, una campaña que, en principio, se presentaba laga y dura (como la "picha" de un novio, según Stanley) pero de la que estaban seguros de salir del todo airosos.

Ya en alta mar y habiendose perdido definitivamente tras el horizonte el desdibujado perfil del litoral de la accidentada costa británica, el Queen Mary navegaba rumbo sur empujado plácidamente por los suaves vientos alisios que soplaban de empopada y continuamente en dirección a la línea del ecuador. Si los cálculos eran correctos y los vientos les fueran además favorables, a una velocidad media de unos veinte nudos, la distancia hasta las costas de Canary Island podría muy bien ser cubierta, sin dificultad alguna, en menos de tres meses, aproximadamente, siempre que durante la travesía, -por tal de conservar en todo momento el rumbo preciso-, se fuera corrigiendo la derrota que provocaban las fuertes corrientes marinas del océano Atlántico en aquellas latitudes y deseando que las temidas tormentas en la zona respetasen la vital importancia que entrañaba el tan comprometido encargo por el que ámbos hombres se habían hecho de nuevo a la mar.

domingo, 29 de marzo de 2009

POLÍTICA POPULISTA EN CANARIAS

Los responsables políticos canarios no deberían pretender ser más populistas que Chávez (por Venezuela) ni más papistas que el Papa (por el Vaticano). Cada uno en su estilo es el mejor, son los campeones.

Pero si sería de agradecer que tales políticos reconocieran que esta crisis que padecemos todos, pudiera muy bien haberse paliado, en parte, si cada uno de estos responsables implicados no hubieran prevaricado tanto en su favor, no hubieran ejercido tanto tráfico de influencias en su favor, hubieran evitado tanta evasión de capitales en su favor, tanta especulación del suelo en su favor y tanto etc., etc. también en su "jodido" favor.

Si hubieran empezado por evitar todo lo anterior, quizás hubieran podido conseguir ser algo más creibles pero, desafortunadamente, nunca llegarán a serlo tanto como todos aquellos que encontraron la muerte naufragando en medio del océano en pos de una vida mejor, ni como los muchos canarios que no disponen todavía hoy de agua por pertenecer a unos pocos privilegiados, ni como los cientos de "increibles" emigrantes que fueron todos aquellos que tuvieron que huir de la isla por tan distintos motivos; desde políticos hasta acuciados por el hambre.

CUALQUIER MUERTO DE LOS CITADOS ANTERIORMENTE ES MUCHO MÁS CREIBLE QUE TODA LA SARTA DE POLITICASTROS VIVOS DE CADA UNO DE NUESTROS DISTINTOS PARLAMENTOS.
29 de marzo de 2009 18:36

sábado, 28 de marzo de 2009

LADY GINEBRA a bordo del QUEEN ELISABETH

Esta otra foto tomada en el camarote privado de Lady Ginebra a bordo del Queen Elisabeth nos reproduce con total fidelidad la extraordinaria belleza de nuestra querida heroína.

Una Lady Ginebra en todo su esplendor juvenil y en el cenit de su larga carrera diplomática y científica.

Foto cedida por el MINISTERIO DE ASUNTOS EXTERIORES BRITÁNICO (Foreing Office)

Sir STANLEY and Sir LIVINGSTONE

Con el fín de que nuestros numerosos lectores puedan aproximarse lo más posible a este relato de ficción, tenemos el placer de mostrarles esta antigua fotografía en la que aparecen Sir Satanley y Sir Livingstone, respectivamente, durante unas maniobras efectuadas en el Atlántico Sur a bordo del Queen Elisabeth mientras recibían entrenamiento especializado por el eficiente Servicio Secreto Británico (SSB) unos años antes de partir definitivamente rumbo al archipiélago canario.

viernes, 27 de marzo de 2009

EXPEDICIÓN A CANARIAS. continuación. BELLAS CONFIDENTES en Plymouth



Como nuestros lectores, sin duda, recordaran, respondiendo a una determinada estrategía concebida de antemano y que tan excelentes resultados les deparara en el pasado, Lady Ginebra, de común acuerdo con Stanley y Livingstone, tomaría la concensuada decisión de embarcarse, una semana antes que el resto, a bordo de un discreto buque que zarparía aquella misma noche y en silencio del puerto de Plymouth rumbo a Canarias a fín de crear, cuanto antes, en Santa Cruz, la indispensable infraestructura que garantizara a los dos intrépidos aventureros pasar lo más desapercibidos posible una vez llegados también a su destino siete dias más tarde.

Tratando de aprovechar el tiempo en su ausencia, tanto Livingstone como Stanley decidieron de improviso trasladarse hasta los bajos fondos, confundidos entre el lumpen de la ciudad de Plymouth, con el solo propósito de recabar la suficiente información que de entre sus muchas y bellas confidentes locales que aún permanecían fieles a sus intereses, pudiera parecerles ventajosa en relación a la delicada operación que ámbos hombres tratarían valientemente de llevar a cabo próximamente en suelo del archipiélago canario.

Jack "El Destripador" había sembrado de tal manera el pánico en la ciudad, que todas aquellas jovencitas a las que la alta burguesía tildaba eufemisticamente como de VIDA ALEGRE, se negaban, por temor al asesino, a continuar ejerciendo su antigua y mal remunerada profesión, libremente y al descubierto, por las cuatro esquinas de las siempre mal iluminadas calles de los sucios puertos, al amparo permanente de aquella espesa y perpetua niebla del sur de Inglaterra que otrora les preservara de los marineros mirones y sin embargo incapaz ahora de ocultarlas del temible destripador. Recabar tan valiosos testimonios requería, pues, acudir, indistintamente y a menudo, a los numerosos lupanares clandestinos diseminados por aquellos suburbios donde las siempre vírgenes y confidentes prostitutas inglesas se encontrarían ahora mezcladas en reclusión voluntaria y a salvo del sanguinario y misterioso JACK.

Tanto Livingstone como Stanley apenas si podían contener su moderada lascivia ante tantos centímetros al descubierto de mórbida anatomía femenina; ante tanta carne oronda y fresca; ante tanta piel sonrosada; ante tanta boquita de carmín pintada. La estricta moral victoriana de ámbos solo podría permanecer incólume si conseguían ajustarse exactamente al resultado de la información obtenida y al móvil por el que exclusivamente habíanse desplazado hasta allí.

Al verles llegar tan desinteresados por el placer, una desconcertada madame, entrada más en carnes que en años, sin apenas quitarles la vista en ningún momento de encima, de improviso, comenzó a tararear en un tono más soez que burlón y con marcado acento irlandés, lo que parecía ser una vieja coplilla de origen español heredada posiblemente de aquellas otras mujeres que luego de naufragar con la poderosa Armada Invencible de Felipe II, lograrían sobrevivir abandonadas a su suerte y ejerciendo la prostitución callejera tratando en vano de subsistir dignamente en los sucios arrabales de la ciudad portuaria de Plymouth.

La copla decía así:

A un lupanar de rica miel
dos mil putas acudieron
que por viciosas murieron
presas de patas en él.

La cancioncilla, al parecer, hacía clara alusión, precisamente, a aquel numeroso contingente de mujeres españolas que acabaron refugiándose en Plymouth después del trágico naufragio que se cobraría otras tantas vidas y del que, según dicen, Felipe II diría posteriormente:

-Yo no envié mi flota a luchar contra las tempestades, -cuando en realidad debió haber dicho:
-Yo no envié a mis mujeres a ejercer la protitución.

Según Stanley, la cancioncilla en cuestión podría muy bien tratarse de una soez recreación irlandesa sobre una conocida fábula atribuible a Samaniego o bién a Tomás de Iriarte (fabulista canario, por cierto). No estaba del todo seguro.

....continuará

CONTRA EL PLAN DE BOLONIA

Ayer, día 26-03-2009, me acerqué hasta la Facultad de Geografía e Historia de Barcelona para seguir de cerca los crudos acontecimientos relacionados con el tan discutido Plan de Bolonia y tomar de paso algunas fotos de la concentración.
No se impartieron clases pues los jóvenes estudiantes continuaban reunidos en asamblea en el vestíbulo de la propia facultad resueltos a proseguir en lucha. Por un estrecho márgen de votos se decidió continuar la jornada en favor de la LUCHA PACÍFICA en detrimento de la VIOLENTA. 180 votos a favor por 170 en contra. Poco márgen, lo que evidencia la crispación de la población estudiantil. No se registraron incidentes.

jueves, 26 de marzo de 2009

TRIPULACIÓN de la nave CUÉLEBE

A falta de sus tres maximos protagonistas, Lady Ginebra, Sir Stanley y Sir Livingston, estos son algunos de los veteranos componentes de la experimentada tripulación del CUÉLEBE. Dependiendo del carácter específico de cada misión, la tripulación podrá ser rotatoria y sustituida por nuevos miembros escogidos de entre el contingente que para tal efecto permanece en la Base de Operaciones.

COLONIZACIÓN

En próximos capítulos, de los que advertiremos en su debido momento, trataremos de explicar como y de que manera se llevó a cabo, por parte de la corona española, la colonización de las Islas Canarias.
Este óleo que se encuentra en el Museo de Santa Cruz de Tenerife, nos muestra el gran poder que los estamentos eclesiásticos de la época mantenían sobre la pacífica población civil.

miércoles, 25 de marzo de 2009

LA VIRREINA

Los abuelos del barón Humboldt, según consta en documentos de la época, confirman haber conocido a la que fuera virreina de las Islas Canarias en época inmediatamente posterior a la conquista.
Es probable que se tratara de esta linda jovencita cuyo retrato figura todavía en la magnífica biblioteca de Lady Ginebra en su hermosa casa de la campiña inglesa, en las afueras de Straford.