RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

miércoles, 8 de abril de 2009

EL PAPRIKA Bar-Restaurante-Musica en vivo (OZORES SOUTO-ZOILO LÓPEZ)

PAPRIKA. Esta es de las pocas fotos que conservo. Con la guitarra siempre en la mano resultaba muy dificil utilizar la cámara.

A petición de mi buen amigo Abreu, me gustaría ser breve respecto a lo que muy amablemente me solicita para conocimiento de muchos jóvenes interesados.

En los bajos de lo que hoy se conoce como EL PESCADOR Bar-Restaurante, sito en la calle Puerto Viejo nº. 8, esquina con Pérez Zamora del Puerto de la Cruz, se ubicó en otro tiempo un mítico local, Bar Restaurante también, cuya particularidad consistía en ofrecer, aparte de un sencillo pero exquisito menú, música en directo.

Nosotros, es decir, PEPE OZORES SOUTO y yo, decidimos arrendar el local conservando el mismo nombre con el que lo bautizaran sus anteriores propietarios: Jesús Baixas, dueño de la finca, y Lelo Camacho.

Del mismo modo, Baixas y Lelo lo habían explotado durante cierto tiempo como restaurante o "bistró" con una especialidad muy concreta y deliciosa: SOLOMILLOS.

Al hacernos cargo del local, OZORES SOUTO ("El Brochas") y yo introdujimos algunas pequeñas reformas en su estructura primitiva pero continuamos conservando la especialidad no solo en SOLOMILLOS sino que, además, añadimos a la escueta carta del restaurante nuestro sabroso CHILI CON CARNE y los deliciosos ESPAGUETTIS BOLOÑESA que tan populares nos hicieran.

Mi experiencia acumulada trás largos años inmerso exclusivamente en la interpretación musical la dediqué durante todo aquel tiempo al servicio incondicional de las especiales caracterísitcas que de por sí ya conservaba el diminuto local, cuidadosamente decorado con parte de la obra pictórica del también gran artista que todavía es OZORES SOUTO. Cada noche, yo cantaba en solitario pero ello no impedía que en más de una ocasión fuera debidamente auxiliado y acompañado, de forma totalmente espontánea, por cualquiera de los muchos músicos congregados como clientes en el local y perfectamente conocedores del largo y riguroso repertorio que yo desgranaba a diario ante los micrófonos del recinto.

En fín, ya disponíamos de una carta, de la decoración, del personal y de la música.

Por aquel entonces la música en Canarias había alcanzado tal especial relevancia e identificación con los cantautores sudamericanos y destilaban tanta garra, tanta denuncia y compromiso que los numerosos jóvenes de izquierdas se las apropiaban para sí como arma persuasoria en un intento de crítica abierta contra las arbitrariedades del moribundo régimen franquista aún imperante.

Esta era, precisamente, parte de la música que se podía escuchar entonces en el PAPRIKA y dentro de la que yo me movía con total comodidad.

Anteriores al americano Bob Dylan, por poner un ejemplo razonable, las letras y músicas de los compositores suramericanos, -empezando por Atauhalpa Yupanqui, Mercedes Sosa, Chabuca Granda, Cafrune, Victor Jara, Quilapayún y tantos y tantos otros (más tarde vendrían LA NOVA TROBA CUBANA, etc..), eran versionadas por todos y cada uno de nosotros, los músicos, y puestas luego a disposición de un público mayoritariamente joven, muy determinado y, a la vez, debidamente politizado.

Sin embargo, en Cataluña, ya apostaban por una música propia, LA NOVA CANÇÓ; fenómeno que aquí no se produjo hasta la aparición de las primeras tímidas letras de denuncia en la música compuesta por LOS SABANDEÑOS.

Pero lo verdaderamente interesante del PAPRIKA , aparte de su música y la escueta oferta gastronómica, lo constituía, en realidad, las profundas relaciones humanas habidas dentro de su ámbito tan reducido y entre un público tan heterogéneo como el que allí se daba cita cada noche entre las siete de la tarde y las dos de la madrugada.

A él acudian, entre otros, gente como JULITO, Mario el ruso, Luis Santacreu y Margarita, Lolo, Nino, Jose, Tomás y Zamora; músicos comoTaburiente Folk, Caco Senante, Elfidio Alonso, Miguel el Oreja, Quique "El Peta", Boby Galán, El Pato; artistas como Cesar Manrique, etc., etc., además de un nutrido grupo de personajes relacionados directa o indirectamente con la boyante industria del turismo en Canarias: guias masculinos y femeninos, recepcionistas, directores , etc., así como empresarios estrechamente vinculados al mundo de la moda, o como jóvenes políticos en ciernes entonces a los que hoy podemos ver desempeñando eficazmente algún que otro cargo de cierta responsabilidad en la Administración Pública del Estado. Amén, naturalmente, de todos aquellos muchos otros turistas que, al fín, lograban encontrar plaza disponible en un ambiente tan disparatado como aquel pero, a la vez, tan resueltamente exento de castañuelas, sangría y pandereta.


domingo, 5 de abril de 2009

EL TORO, EL SUPREMO INOCENTE

Ayer escuché una noticia emitida por televisión que me resulto, francamente, escalofriante. Añadir imagen

Al parecer, un conocido torero, cuyo padre había fallecido el día anterior, había tomado, pese a todo, la dramática decisión de salir al ruedo a torear -y esta era la noticia-, con la mala fortuna de ser embestido violentamente por el primer toro de la tarde y de su lote en uno de los lances y cuya cornada le produciría, al parecer, una gravisima herida de aproximadamente veinte centímetros de longitud.

Hasta aquí nada de particular. Lo verdaderamente, para mí, escalofriante es que antes de ser conducido a la efermería, el torero decidiera, sin embargo, acabar con la vida del toro en cuestión mediante una vengativa y tosca estocada que le produciría al noble animal una gravísima y profunda herida de muerte de más de un metro de largo que le atravesaría blandamente sus poderosos pulmones, provocándole, antes de morir desamparado, tal angustiosa y larga agonía que, finalmente, fallecería ahogado en su propia sangre, entre violentos estertores, merced a la descomunal hemorragía provocada por tan desatinada actuación con el estoque. Insisto: ESTO SI QUE ME PARECIÓ ESCALOFRIANTE.

El toro sería luego miserablemente arrastrado hasta el desolladero por unas mansas mulillas dejando tras de sí un rojizo espeso visible reguero de sangre y muerte sobre el albero y otro, invisible, de venganza e inmisericordia agitada en los tendidos por cientos de pañuelos blancos solicitando, por si fuera poco y pos-morten, la mutilación siempre innecesaria de una de las orejas del noble animal, como trofeo, para un diestro que, -postrado pero comodamente amparado en una moderna enfermería, en manos de un eminente cirujano y eficazmente atendido de una ridícula cornada en el muslo de sólo veinte centímetros con trayectoria ascendente-, reclamaba para sí toda la atención y el beneplácito del enfervorizado público asistente puesto ardorosamente en pie.

Pero también asistí, sin desearlo, hasta los últimos escenarios donde representaban la PASION de CRISTO y del mismo modo encontré allí, entre ellos, a los vengativos, a los inmisericordes con los animales, también a los toreros y a los cazadores, envueltos algunos en misteriosos hábitos violetas cuyos rostros culpables ocultaban bajo el agudo cono del capirote, como reos confesos de la siniestra Inquisición, con lágrimas en los ojos unos, portando velones encendidos otros y todos lamentándose de lo mismo: de la tortura y muerte gratuita del SUPREMO INOCENTE.
¿Porqué les agrada tanto a algunos ese voluntario tránsito por el dolor, el sufrimiento y la muerte?.
Todo ello me retrotrae a épocas de hambre y miseria en las que se podían escuchar sentencias de toreros como aquella de "más cornadas da el hambre" o a la Legión y a Millán Astray gritando "abajo la inteligencia" y "vivas" a la muerte hasta desgañitarse mientras, prácticamente vivos, cientos de republicanos eran arrojados de un mal tiro alojado en el cráneo a tantas fosas comunes y cunetas de las que hoy intentamos resucitarlos por el bien a nuestra deteriorada memoria.
¿Cuantos falsos e hipócritas nazarenos arrastran estos días pesadas cadenas atadas a los tobillos de sus pies descalzos mientras animales sacrificados festivamente terminan también siendo arrastrados sobre la arena caliente del redondel camino del desolladero más próximo aplaudidos por ello sus matarifes de tabaco y oro?.
¿Cuantos lebreles que ya no corren porque no pueden, penden de un delgado cable de acero, atados por hombres inteligentes a cualquier rama de cualquier sombría higuera estéril, colgados por el cuello hasta morir, mientras sus amos continúan asesinando impunemente y a traición a sus mujeres indefensas con el mismo arma, la misma munición y la misma astucia con la que abatieran hace sólo un rato, en medio de la inmensidad del campo, a las amedrantadas liebres visiblemente preñadas?.
Yo, por suerte, ni ninguno de mis familiares y amigos nos consideramos incluidos entre esta ralea de la que se compone, desgraciadamente, el desafortunado pais en que nos ha tocado vivir.















ROYAL ADVENTURE (Expedición a Canarias)

FOTO: Agente Telvi en Oriente Medio caracterizado como cirujano jefe en uno de los Hospitales Militares de la zona en conflicto.

A Livingston y Stanley le han hecho llegar un escueto comunicado enviado por el agente Telvi quién se expresa en estos siguientes términos y que por la vital importancia que parece tener reproducimos hoy aquí:


F. Telvi informa:

Que a petición de "El Gran Jefe de M16 queda suspendida de forma cautelar mi actuación en la Royal Adventure, debido a la presencia en la isla de un hombrecillo de apariencia poco significativa, pero que coincide con el perfil de Malcom. Este, ya informado de mi misión, sigue muy de cerca mis pasos, incluso pernocta en una "fonda" de un tenedor, se entremezcla con los campesinos del lugar y se "manda" sus "chatos" de malvasia para no despertar sospechas. Se cree que ya ha enviado varios informes a Lady Welcome y esta a su vez a visitado a Herr Humboldt, (hasta hoy pendientes de confirmación).
Opino que mi cese momentaneo obedezca a evitar un conflicto diplomatico entre ambos paises.
Del éxito de la misión dependen grandes cambios en el viejo continente. God Save the Queen
.

..............continuará

DÁCIL LÓPEZ en BRASIL con L'ANÓNIMA IMPERIAL

Reproduzco un E-Mail enviado hoy por Dácil López desde Salvador de Bahía donde, como la mayoría de Vds. han podido saber por mediación de este Blog, se encuentra de gira en Brasil actuando con la Cía. de Danza Contemporánea L'ANÓNIMA IMPERIAL con el espectáculo VARIACIONS AL-LELUIA.

"Hola! Tudo beim per aquí. Ayer triunfamos en el teatro (mi estreno en America!!) y me entrevistaron para la TV brasilera. Mañana a las 7 vamos para Sao Paulo. Te llamaré desde allí. Un beso. Todo bien ahi? MUA Dácil López."

La actuación tuvo lugar en el TEATRO VILA VELHA de Salvador de Bahía. Hoy repiten.

En los próximos días actuarán en el TEATRO DE DANÇA y en el TALLER ASSOCIAÇAO COMUNITÁRIA MONTE AZUL de la ciudad de SAO PAULO.

La gira finaliza el próximo martes 14 en TEATRO SESC RIO PRETO de SAO JOSÉ DO RIO PRETO.

PENSAMIENTO DEL DÍA


CONSEJO:

PROLETARIOS DE TODO EL MUNDO:


Ante tamaña CRISIS, tomar las debidas PRECAUCIONES para que, por lo menos,
NO OS QUITEN LO "BAILAO".




¡SÍ!. ¡¡QUE NO NOS QUITEN LO "BAILAO"!!

sábado, 4 de abril de 2009

EXPEDICIÓN A CANARIAS. Trás los pasos del barón HUMBOLDT

LADY GINEBRA durante la fiesta ofrecida en su honor por el barón Herr HUMBOLDT.

Lo más probable es que Lady Ginebra, tal y como se le había hecho creer en un principio, esperara que el anunciado desembarco de sus compañeros se produjera en alguna solitaria bahía próxima a Santa Cruz de Tenerife, sin embargo, en previsión de que su bella colega pudiera ser intencionadamente seguida hasta la costa sur por parte del Servicio de Contraespionaje alemán, Livingstone y Stanley habían tomado la inteligente precaución, -ante esta probable eventualidad-, de utilizarla como señuelo aunque sin su conocimiento previo, optando, en última instancia, por cambiar el lugar de desembarco en el extremo opuesto de la isla.

El resultado de este repentino cambio obedecía tan sólo a la inquietante sospecha que ámbos hombres albergaban respecto de que Lady Ginebra pudiera haber sido invitada a casa del barón, precisamente ese mismo día, con el único propósito de alejarla lo más rápidamente posible del supuesto lugar indicado para el esperado desembarco con lo que Livingstone y Stanley hubieran quedado entonces totalmente abandonados a su suerte y sin el suficiente y necesario apoyo logístico prometido que requería el éxito de tan complicada operación además de completamente indefensos frente al que consideraban su peor y más encarnizado enemigo. De cualquier modo, Lady Ginebra, sin proponérselo siquiera, les habría ahorrado aquel probable peligro haciéndoles, sin querer, el enorme favor de haber aceptado la gran influyente invitación a tan concurrida cita.

Lo lamentable de ese repentino cambio consistía en la inesperada renuncia involuntaria al exquisito "cus-cus" al que Lady Ginebra les tenía ya acostumbrados y con el que solía obsequiarles en cada uno de sus amistosos o profesionales encuentros.

El cofre, depositado por obra del leal y diligente asistente de su colega y hallado posteriormente por los dos hombres cerca de la pequeña rada de Garachico, donde finalmente habían decidido desembarcar, contenía, además de instrucciones precisas destinadas para la acción inmediata, armas, munición, mapas, brújulas, así como avituallamiento necesario para un par de semanas de subsistencia como mínimo, tiempo estimado que consideraban tardarían en encontrarse finalmente con su contacto en Santa Cruz.

viernes, 3 de abril de 2009

EXPEDICIÓN A CANARIAS (trás la localización del barón Herr Humboldt)

LA FRAGATA: taberna existente hoy dia en memoria de aquel histórico desembarco. Ante su puerta, la chalupa que condujo hasta la playa a Livingstone y Stanley. (Puerto de la Cruz).

Mientras tanto, en un lugar no especificado de Santa Cruz de Tenerife, capital de la isla, un anónimo y silencioso emisario había hecho entrega, en propia mano aquella misma mañana, al eficiente leal asistente personal de Lady Ginebra, de una discreta aunque lujosa invitación en sobre cerrado y lacrado dirigida secretamente a su jefa mediante la cual se le rogaba encarecidamente su honorable asistencia a las 20,30 horas del día siguiente a una recepción organizada por un puñado de altas personalidades de la aristocrácia canaria y que tendría como especial escenario una mansión del siglo XVII próxima al acantilado de Los Gigantes y propiedad del enigmático y enemigo acérrimo de la coronas británica y española, respectivamente, barón Herr Humboldt. Tal invitación hacía especial hincapié en la importancia de su presencia en beneficio de sus supuestos intereses personales.


Lo que con toda seguridad ignoraba el barón Humboldt es que esa misma noche, amparados por la creciente oscuridad reinante, desde una elegante fragata con pabellón inglés fondeada a una milla de la bahía de Garachico, se botaba por la amura de estribor una chalupa que, oculta trás el propio casco del navio, llevaba a bordo una dotación compuesta de tres hombres: Stanley, Livingstone y un remero, Popeye, experto marinero del Queen Mary además de dos fláccidos monigotes (machangos en el argot) estrategicamente tumbados en el fondo húmedo de la embarcación.

Alguien desde la costa podría encontrarse ojo avizor por lo que el remero, sentado en medio de la pequeña embarcación, bogaba suavemente y en silencio intentando no chapotear demasiado contra la superficie del agua mansa. Stanley permanecía sentado en proa y Livingstone en popa pero, en todo caso, los tres, expresamente, bien a la vista.

Trás una corta travesía, la barca con sus cinco ocupantes a bordo quedó varada en una empinada y recoleta playita de arena negra protegida de los posibles curiosos por un escarpado y alto acantilado de roca volcánica De ella desembarcaron sólo dos hombres que se perdieron rápidamente en la espesura que les ofrecía la oscuridad de la noche. El tercero y los monigotes (machangos en el argot) permanecieron aún un tiempo más que prudencial a bordo hasta que el marino estuvo del todo convencido de haber culminado la misión encomendada con el éxito esperado. Acto seguido, sentó a los dos muñecos (machangos en el argot) en el lugar que ocuparan antes Livingstone y Stanley y remando ahora enérgica y despreocupadamente regresaron de nuevo a bordo del Queen Mary.

Si alguien desde la costa hubiera visto a tres hombres a bordo de una lancha en dirección a tierra, también se habría percatado de la presencia de los mismos tres hombres de vuelta a la fragata. En eso consistía el engaño. Curarse en salud le llamaban a eso.

.....continuará


jueves, 2 de abril de 2009

EXPEDICIÓN A CANARIAS. (continuación del relato del pasado Lunes 30)

Miembros de la tripulación del Queen Mary (fragata de tres palos). Se trata del piloto y del contramaestre, ámbos de origen vasco.

¡¡Tierra a la vista!!, -gritó repetidas veces el vigía de turno desde la cofa del palo mayor del Queen Mary.

Una tenue mancha vertical y plana se hacía cada vez más visible en lontananza. Para el ocaso faltaban aún un par de horas pero ya el azul del cielo comenzaba a teñirse de aquel otro caliente color naranja que, por estas latitudes, precede siempre a la fascinante hora del crepúsculo. La temperatura, muy benigna; ni demasiado frio ni tampoco demasiado calor. A la repentina voz del vigía, la marinería, vocinglera como siempre, había cruzado a toda prisa la cubierta para acodarse comodamente a lo largo de la amura de estribor tratanto cada uno de descifrar el valor absoluto de aquella mágica silueta suspendida sobre la delicada línea del horizonte. Alguien que en otras ocasiones habría ya navegado sobre aquellas tranquilas aguas del Atlántico, se dirigió con autoridad al resto de la tripulación para advertirles: ¡TENERIFE!.

Durante tan larga travesía sobró tiempo para crear y tener a punto el día del desembarco dos muñecos (machangos en el argot) a tamaño natural confeccionados con trozos de viejas velas y restos de enmohecidas maromas de diverso diámetro. Los encargados de vestir a la desmadejada y blanda pareja pusieron toda la imaginación de la que eran capaces como para terminar coronándoles con dos viejos pero soberbios sombreros de fieltro encontrados en el interior de un baul abandonado en un rincon del sollado, provocando las carcajadas de la concurrencia. A pesar del empeño con que se tomaron su entretenido y, en apariencia, divertido trabajo, ignoraban por completo el destino que les esperaba ya no solo a ellos mismos sino además a aquellos otros dos inanimados monigotes (machangos en el argot) recién terminados hoy con tanto esmero. Lo único que sí sabían por ahora sus creadores es que, una vez convenientemente pintados y por orden expresa del capitán, fueran cuidadosamente depositados en el fondo de una de las chalupas salvavidas de babor dispuesta a tal efecto sobre cubierta del barco; y así lo hicieron.

Aquella misma tarde, el capitán, cuyo verdadero nombre, por razones obvias de seguridad, ocultaba bajo el atractivo "alias" de EL NEGRO, mando reunir con urgencia a la totalidad de la tripulación sobre cubierta, ante el castillo de proa. Cuando hubieron cesado los murmullos provocados por la sorpresa entre la agitada tripulación, dirigiose entonces, categoricamente a ellos, en una breve pero contundente alocución en los siguientes términos:

-¡Marineros!: -gritó amenazante EL NEGRO con un profundo vozarrón castigado por más años de rancio aguardiente que por menos de excelente ron antillano- no os hagais ilusiones respecto a la posibilidad de poder desembarcar mañana-.

Después de una larga pausa que aprovechó para medir mejor el alcance exacto de sus certeras palabras, prosiguió:

-Una determinada y secreta misión nos lo impide, incluso a mí mismo. Por lo tanto espero de todos Vds. la máxima colaboración y total discreción por el éxito de la delicada misión que la Royal Navy nos ha honrado en confiarnos. Así es que, esta noche, nos mantendremos al pairo y antes del amanecer fondearemos en una rada próxima, a unas millas escasas de donde nos encontramos ahora-.


Y dando por termina su concisa pero eficaz arenga, ordenó con autoridad:

-¡Ahora, todos a sus puestos!


....continuará

miércoles, 1 de abril de 2009

EXPEDICIÓN A CANARIAS.[anterior al Lunes 30 (2)]. EL BENEFICIO DE LA DUDA

Miembro del Servicio Secreto de Inteligencia Británico destinado en Tenerife.

Al llegar, Stanley no pareció sorprenderse de la preocupada expresión de su amigo Livingstone. Tampoco imaginaba que el hombrecillo con el que se cruzara hacía sólo unos minutos al final de la calle pudiera haber sido el causante de tanta amargura.

-¿Que hay de nuevo, Stanley? -preguntó Livingstone aparentando despreocupación.

-Nada nuevo, Livingstone, excepto la presencia, al final de esta misma calle, de un individuo muy peculiar con el que me he cruzado viniendo hacia aquí y que no sé por qué extraña razón ha despertado tanto mi curiosidad.

-¿De baja estatura, con sombrero y abrigo negros, tal vez?, -inquirió de nuevo Livingstone.

-Efectivamente. Pareció reconocerme pero no estoy del todo seguro. Noté que al cruzarnos me miraba pero esta maldita niebla desdibuja tanto los perfiles................ -y dejó la frase en suspenso como invitando a su amigo a que la completase-.

-Se hace llamar Malcolm y antes de tu regreso ha estado hablando unos minutos conmigo. Me ha revelado algo a lo que, personalmente, no concedo ningún crédito pero que debe tener un punto de coincidencia con mis peregrinas sospechas; aunque no sé exactamente con qué o con quién.

-¿Y que le ha confesado?, -preguntó Stanley ahora visiblemente preocupado-. Livingstone dudó unos instantes antes de revelarle a su amigo el contenido de la cruda confesión. Sin embargo, resolvió ponerle inmediatamente al corriente de tan grave situación. No se encontraba ya en disposición de ocultarle por más tiempo lo que él, desde un principio, había rechazado categoricamente; aún así, se lo hizo saber:

-Que Lady Ginebra, en realidad, se trata de una doble agente, -dijo casi murmurando y guardando grandes pausas entre las palabras-.

-Esta situación presenta, por el momento, dos distintos interrogantes, -continuó Livingstone mientras se aproximaban a la entrada del Hotel-. En primer lugar, el hecho de que a dia de hoy no estemos completamente seguros de si Lady Ginebra y T.G. sean en realidad la misma persona; en segundo lugar, si cabe la remota posibilidad, como parece ser probable, de la presencia en escena de una supuesta tercera mujer.

-¿Otra mujer? -interrumpió bruscamente Stanley-. A decir verdad, -prosiguió Stanley-, Sir Lancelot me confirmaba ayer haber visto a Lady Ginebra del brazo de un hombre en Londres. Naturalmente, no doy crédito a tal información pero me preocupa profundamente el hecho de que este falso testimonio esté tomando tanto cuerpo en detrimento de la absoluta lealtad y confianza que me inspira nuestra queridísima amiga.

-No es posible, -exclamó Livingstone-. ¿Conoce Vd. a un tal agente TELVI, destinado en Tenerife? -preguntó con ansiedad a su amigo.

-He oido hablar de él en alguna ocasión, ¿Por qué me lo pregunta, Livingstone? -inquirió con benevolencia Stanley-.

-Pues bién, el tal TELVI, hombre de toda mi confianza -relató ufano Livingstone-, asegura conocer a una mujer de nombre WELCOME PEREZ y de origen español que, posiblemente, por despecho hacia nuestra querida amiga haya maquinado esta grave calumnia para tratar con ella de involucrar a Lady Ginebra en una falta de alta traición a la Corona y conseguir de ese modo desprestigiar del todo su más que reconocida trayectoria como Agente Secreto del Servicio de Inteligencia Británico para África y Canary Islands; aunque desconocemos todavía con qué otro desagradable propósito-.

Llegados a este punto de la conversación, Stanley y Livingstone entraron en el discreto Hotel y, antes de retirarse a sus respectivas habitaciones, aún tuvieron tiempo de tomar asiento en los cómodos butacones dispuestos en el Hall para tratar con más tranquilidad de poner fín a tantas especulaciones sobre la auténtica identidad y gran dedicación de la que parecía ser la eficiente y siempre bellísima colega Lady Ginebra.

-Puntualicemos, -insistió Stanley ante dos tazas humeantes de té chino-. Al parecer, por lo que ya sabemos, Lady Ginebra podría tener una supuesta hermana conocida como T.G., propietaria y comandante, respectivamente, de la célebre nave CUÉLEBE en la que nosotros mismos hemos viajado "en el tiempo" tan a menudo. Lady Ginebra y T.G. podrían muy bien ser la misma persona pero que a nosotros, por el momento, no nos lo parece. Y por último, a decir del agente TELVI, contamos con la presencia de WELKOME PEREZ quién podría muy bien ser la misteriosa mujer a la que se refiere Sir LANCELOT y que hubiera sido vista en Londres de brazo de un hombre haciéndose pasar por Lady Ginebra. Este individuo podría tratarse probablemente del Ministro de Asuntos Exteriores del Parlamento Británico a quién WILKOMEN PEREZ le hubiera hecho creer que ella no era otra que la mismísima Lady Ginebra, mientras ésta, según las informaciones que nos constan, permanece ocupada en Tenerife en preparar toda la infraestructura necesaria que precisará nuestra furtiva presencia en la isla dentro de las próximas semanas.

Ambos hombres apuraron sus respectivas tazas de té pensativos y en silencio. Stanley, levantándose, exclamó:

-Retirémosnos, Livingstone. A partir de mañana nos queda una larga y dura travesía hasta Canarias.




EXPEDICIÓN A CANARIAS [anterior al lunes 30 (1)]. EL BENEFICIO DE LA DUDA

Foto del supuesto MALCOLM cedida por el prestigioso Servicio Secreto de Inteligencia Británico y tomada, con toda seguridad, durante la reconocida Romería de la Orotava en Tenerife (Canary Islands).
Este corto episodio de dos pequeños capítulos (ver el siguiente, su continuación), se produjo unos dias antes de partir de Plymouth a bordo del Queen Mary. Lo reproducimos por la vital importancia que tendrá en el transcurso de la narración .
Como todos Vds. han tenido ocasión de comprobar, Stanley y Livingston se encuentran a punto de arribar a la costa de Canarias.

Mientras esperaba pacientemente a su buen amigo Stanley, Livingstone, -parado ante una afilada esquina de una oscura calle de Plymouth próxima al puerto-, se vió repentinamente abordado por un hombrecillo de minúscula estatura surgido de la espesa y pertinaz niebla británica, tocado con un diminuto sombrero negro y parapetado tras los sucios cristales de unos anteojos de montura metálica que dejaban entrever unos ojillos maliciosos en medio de un rostro cubierto hasta la nariz por el cuello alto de un espeso y largo abrigo de color también negro- y que cuando, por fín, estuvo frente a él, afirmó en tono de sensible duda.

-Livingstone, supongo.
-El mismo -aseveró Livingstone sin apartar en ningún momento la vista del hombrecillo.
-¿Puedo hablar en serio con Vd.? -preguntó con cierta timidez el desconocido.
-Lo siento mucho, pero me temo que eso es completamente imposible. Jamás suelo hablar en serio con nadie y menos aun con desconocidos -argumentó Livingstone esbozando una media sonrisa postiza que no logró convencer del todo a su interlocutor-.
-¿Podría Vd., al menos, prestarme un minuto de atención? -volvio a preguntar el personaje-.
-¡Naturalmente! Eso sí que es posible, caballero, porque oir, lo que se dice oir, si que oigo perfectamente en serio. A ver, dígame, ¿de que se trata?.

Sacando despacio la mano derecha abierta del abrigo y llevándosela hasta la comisura opuesta de la boca con la palma vuelta al exterior y abriendo mucho los ojos, el hombrecillo susurró:

-Me temo que Lady Ginebra os engaña, señor. Dispongo de suficiente información para creer que se trata de una doble agente -y acto seguido enmudeció repentinamente-.

Livingstone no salia de su asombro. Alguien a quién seguramente no conocía le había localizado expresamente aquella noche y en aquella afilada esquina, -antes de partir-, para hacerle partícipe de lo que parecía ser una traición en toda regla por parte de su entrañable y bella amiga Lady Ginebra.

Pretendiendo no dar crédito al recién llegado, Livingstone preguntó:
-¿Como puedo fiarme de Vd?, señor...............
-Malcolm, llámeme Malcolm. Así es como me conocen aquellos quienes recurren a mí servicio de información -dijo extendiéndole mientras se alejaba-, una diminuta tarjeta blanca en la que sólo figuraba un escueto nombre y un número garabateado de teléfono.

Minutos más tarde, aparecería Stanley. Livingstone tomó la precaución de no alarmar, por el momento, a su distinguido amigo haciéndole saber la conversación mantenida aquella noche con el enigmático intruso. No le parecía necesario adelantar determinados acontecimientos de tal relevancia sin conocer antes la verdadera identidad del tal Malcolm.

continuará ............