RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

domingo, 14 de agosto de 2011

VIVIR DE BROMA (Nadie me toma en serio)



PRIMERA:

Por culpa del colesterol y por tal de evitar aumentar de peso, últimamente me he visto obligado a renunciar  a uno de mis grandes placeres culinarios: la repostería fina (pastelitos, tartitas, dulces, pastitas, etc., etc.). Esta mañana, en San Feliu, no pude contenerme y elegí para acompañar el café una porción deliciosa de tarta de frutas. Viéndome comer, sin reprimirse  aunque en tono jocoso, Carmen me hizo el siguiente comentario:

-Te voy a llamar EL "GOLOSO" EN LLAMAS.

Yo le corregí al instante admitiendo que prefería que me denominara EL "GOLOSO" DE RODAS , mi ídolo, a lo que Carmen añadió:

-Bueno, si así lo deseas te llamaré entonces EL "GOLOSO" DE RODAS EN LLAMAS.

SEGUNDA:

Días más tarde, cuando regresaba de mi paseo cotidiano en compañía de mi perro SOLO, eché en falta mis gafas de sol. Dejé al perro en casa y me volví al bosque para tratar de encontrarlas. Un vecino se cruzó conmigo y me preguntó qué buscaba:

-Las gafas de sol, creo que las he perdido por aquí, -contesté afligido.

-No te preocupes, hombre, -me respondió,- en cuanto vea a un jabalí con gafas le diré que las estás buscando

sábado, 13 de agosto de 2011

COFRADÍA DEL COCHINO NEGRO

Los miembros de la Cofradía del Cochino Negro del Puerto de la Cruz en Tenerife, deben saber que he rectificado las postales que les he dedicado y donde antes decía HERMANDAD dice ahora COFRADÍA que en realidad es su auténtico nombre.
Significaba una deuda pendiente que ya ha sido abonada.
Aprovecho para enviar un cariñoso saludo y que sigais disfrutando de la vida, ¡¡QUE ES MUY LARGA!!

¡¡Si Benedicto XVI nos viera!!

Por aquel entonces en casa carecíamos de agua corriente, cuarto de baño, gas butano, nevera y, por supuesto, televisión por no nombrar algunas otras cosas no tan imprescindibles entonces como, por ejemplo, espejos. Miento, sí que teníamos uno, de 13x18 cms. y que usaba mi padre para afeitarse en la cocina, un eufemismo para designar un habítáculo de madera donde mi madre guisaba en una cocinilla de petróleo sobre una mesa destartalada.

Sin embargo y pese a todo ello, hicimos la primera comunión con el grado de almirante. El uniforme era de un blanco impoluto, adornado en las bocamangas con unos entorchados dorados que designaban nuestra supuesta categoría en La Marina. Unos primorosos guantes del mismo color, calados, cubrían nuestras manos en las que sosteníamos un misal con tapas de nácar de cuyo interior sobresalía un rosario de cuentas también blancas. Del cuello, suspendido de un cordón trenzado dorado se balanceaba un diminuto crucifijo con fondo también de nácar. Del brazo izquierdo pendía un hermoso y gran lazo de blanco satén, delicadamente bordado con símbolos de nuestra recién estrenada fe cristiana. Calzábamos un par de zapatos nuevos, estrenados para la ocasión, asímismo blancos.

Creo recordar que el pontífice por aquellos años 50 era PIO XII

¡¡Si nos hubiera visto entonces el papa Benedicto XVI que ahora visita ESPAÑA!!

Nunca supe que mi padre asistiera a misa regularmente. Es más, creo que ni asistió a la iglesia para casarse; lo hizo por lo civil pero siempre que yo preguntaba por esas ausencias, mi madre respondía que como también trabajaba los domingos, desde muy temprano hasta muy tarde, le era prácticamente imposible; esa era también la razón por la que ella tampoco asistía. Trabajaban de sol a sol. Nosotros, mi hermano y yo, jamás nos planteamos si eran o no creyentes.

Hoy me parece una auténtica aberración que una familia que sufría todavía la  extrema pobreza que se desprendía de una posguerra de tanta crueldad tuviera que endeudarse, -como hoy se endeudan algunas novias casaderas-, para representar un papel ante el altar mayor de una modesta parroquia como era la de La Cuesta y con el agravante de que aquel espectáculo tenía mucho que ver con la liturgia y la fe católica que promulgaba nuestra Santa Madre Iglesia en perfecta connivencia con la férrea dictadura franquista de los años cincuenta.

Mi hermano y yo no tuvimos otra opción y fuimos obligados a abrazar  dicha fe,  virtud teologal que jamás nos convenció; ni siquiera con este disfraz de almirante que  nos parecía tan conmovedor. 

LILA DAWNS en SOY PESCADOR del PUERTO DE LA CRUZ



Este video de foto-fija está dedicado a todos los habitantes del Barrio de Las Ranillas del Puerto de la Cruz y en especial a la simpática Cofradía del Cochino Negro con los que he pasado algunos ratos inolvidables durante mis vacaciones. 
Estoy seguro que ellos mejor que yo conocerán a los personajes que aparecen en el video; desde los más pequeños pasando por los adolescentes y, por último, los más mayores.
Tomarlo como un sencillo homenaje

viernes, 12 de agosto de 2011

...EN BOCAS DEL PUERTO TE VEAS. (con cariño)




Estando de vacaciones en el Puerto decidí cortarme el pelo en la peluquería de la que disponía el Hotel y cuya propietaria, canaria para más señas, resultó ser vecina del Toscal y en consecuencia conocedora de la suerte que habían corrido mis padres y posteriormente mi hermano, todos ellos desgraciadamente ya fallecidos en los últimos tiempos.

Como yo le dijera en broma que en Santa Cruz circulaba en mi juventud una sentencia con la que se amenazaba a cualquiera que se fuera a vivir al Puerto y que decía: en bocas del Puerto te veas, ella me refirió entonces una anécdota que no tiene desperdició y que en parte ilustra y confirma dos virtudes fundamentales  de la manera de ser de los portuenses: el sentido del humor para gastar bromas y la imaginación para inventárselas; pero también para sufrirlas.

Al parecer, en la carretera general y muy cerca del puente que salva el barranco y que conduce a La Dehesa, hubo en un tiempo una barbería cuyo propietario solía gastarle a los clientes alguna que otra broma que sin ser  de aquellas que se denominan pesadas sí  que conducian a situaciones realmente extraordinarias. Esta es una de las muchas bromas de resultado más que imprevisible.

-¿Qué va a ser?, -preguntó el peluquero a su asiduo cliente y vecino.
-Corte de pelo, -contestó aquel.
-Oye, -preguntó el peluquero mientras pasaba la máquina cogote arriba, -¿has visto ya la ballena varada en el muelle?
¿Ballena varada?, -se extrañó el parroquiano.
-Sí, muchacho, esta mañana apareció en el muelle y está siendo la noticia del día, -confirmó el barbero con un tonito de maliciosa credulidad.
-Pues acaba rápido, por favor, que me voy p’allá a verla antes de que mi mujer se entere, -replicó impaciente el cliente.

Una vez hubo cobrado el servicio, el barbero salió a despedirlo a la puerta mientras su vecino cliente se alejaba apresuradamente carretera abajo en dirección al muelle. Una mueca de asombro  se dibujó en el curtido rostro del bromista.

-¡¡Se lo había creido!! -se dijo.

Se apoyaba desde hacía un rato pesadamente en la jamba de la puerta mirando la calle cuando de pronto vió bajar, con paso presuroso, un grupito de jóvenes desde el barrio de San Antonio en dirección al mar.

-¿Pasa algo?, -casi les increpó el peluquero.
-¿No te has enterado?, -respondieron unas voces.
-¿De qué? ¿De qué tengo que enterarme?, -preguntó curioso
-Ha aparecido una ballena varada en el muelle y vamos a verla, -afirmaron  categoricamente algunos de los que iban algo adelantados.

El barbero volvió a sonreir, esta vez para sus adentros, moviendo lentamente la pelada cabeza en uno y otro sentido.

No habían aún transcurrido ni cinco minutos cuando desde la misma puerta el bromista observó que carretera abajo y en la misma dirección un grupo aún más numeroso si cabe que el anterior le instaba a que se sumara a la gruesa comitiva.

-Vente con nosotros a ver la ballena varada del muelle, -gritaron casi al unísono.

No había salido aún de su asombro cuando un nuevo y enorme gentío seguía  al anterior que, con gran algarabía bajaba cantando: la ballena está varada  matarile-rile-rile;  la ballena está varada,  matarile-rile-ron.

El barbero ya no pudo más. Le habían asaltado tal cantidad de dudas al respecto que en un santiamén se desdibujó de su rostro la media sonrisa con la que  hasta el momento se había autocongratulado de aquella oportuna ocurrencia que convenciera a su primer cliente del día a  hora tan temprana. Los acontecimientos le habían desbordado de tal manera que, sin más preámbulos, desoyendo  por completo los inútiles consejos que ahora le dictaba su propia mala conciencia, agarrando de un violento tirón la chaqueta que colgaba del perchero, echó el cerrojo a la puerta  y se sumó a la nueva  algarada para ir a ver  él también, -confundido entre la multitud que no paraba de fluir, como un rio, en dirección al muelle-, la supuesta ballena varada  de la que tanto se hablaba aquella hermosa mañana en todo el Puerto de la Cruz.



miércoles, 10 de agosto de 2011

EL LARGO CAMINO RECORRIDO (...a Antonio Piñero)





Colegio de San Fernando en La Cuesta.TENERIFE: José y Zoilo López Bonilla

Tengo la imperiosa necesidad de conocer el aspecto que hoy tendrá mi gran y buen amigo de la infancia y de colegio ANTONIO PIÑERO MENA. En mi memoria figura rodeado de en un vaho a través del cual, sin embargo, distingo su presencia en el aula, en el recreo, en mi propio domicilio a donde le invité para que por primera vez contemplara un banjo que hacía poco tiempo había yo comprado y con el que ya tocaba algunas melodias de corte americano, también lo reconozco en su domicilio de la barriada de la Cuesta de Piedra y noto su presencia en el entierro del padre de Antonio Duque, amigo común, en la Barriada de Somosierra.

Hoy mismo hemos podido hablarnos por teléfono y pespuntear algunos recuerdos compartidos que serán necesarios rematar para terminar de empaquetarlos como corresponde, salvando siempre la distancia que  supone el largo tiempo transcurrido hasta que se ha producido nuestro accidental encuentro a través del Blog.

Ha prometido enviarme dos fotos: una de entonces y otra de ahora que espero muy ansiosamente. Ellas serán la clave que le sirva a mi memoria para abrir la puerta que me conduzca definitivamente al lejano pasado en La Cuesta para reencontrarme de nuevo con personajes ausentes de mi vida pero nunca olvidados como Francisco "El Farroque", Paco Galán, Chago, Gregorio, Adolfito, los hermanos Toni y Lalo Cordero y tantos otros que compartieron pupitre junto a nosotros en la misma época y en el mismo colegio: COLEGIO DE SAN FERNANDO.

Ahora que ya tenemos un contacto definitivo gracias a las nuevas oportunidades que nos ofrece el teléfono móvil e Internet le he prometido que el próximo año, si acudo como es mi costumbre a Canarias, nos encontraremos de nuevo después de la escalofriante cifra de años que ya supera los cuarenta. Para esa ocasión trataremos de reunirnos un nutrido grupo de amigos entre los que también se encuentran Jose de Dios, Domingo, Agustín, Julita, Adelina, Juan y Pili, Galán, Francisco Mederos, Mauro y todos aquellos  otros que para entonces vayamos recogiendo del largo camino que supone el olvido involuntario.

Quiero ilustrar esta breve crónica con un foto recuperada recientemente del domicilio de mi fallecido hermano Pepe en la que figura él a la batería, Luis con la clave, José con maracas, yo con guitarra de acompañamiento y Juan con guitarra de punteo. Esta foto es anterior todavía al año 1959 justo en el momento en que a los ensayos previos acudían mas componentes de los tres que quedamos finalmente. Nuestras pretensiones ya apuntaban a futuras actuaciones para lo cual nos hicimos hacer en algún estudio fotográfico de La Cuesta, esta foto de promoción que nunca fue utilizada en nuestro beneficio.

COFRADÍA DEL COCHINO NEGRO




Los miembros de la Cofradía del Cochino Negro me han caido tan simpáticos que desde que volví de vacaciones no he parado en tratar de demostrarles mi afecto de la única manera que se hacerlo: diseñando un logo que les caracterice como entidad hedónica, cuya doctrina, como casi todos sabemos, no es otra que la de intentar alcanzar el placer como fin supremo de la vida; en definitiva, pasarlo bién y divertirse pese a la tremenda crisis económica que atravesamos.
A ello no me he podido sustraer ya que cuando contaba los años que ahora cuentan sus miembros dediqué muchas horas a idéntico propósito.
En fín, que pescar en el mar, comer en la tierra y beber en ambos lugares no tiene por qué perjudicar a nadie y a eso, entre otras cosas, supongo, es a lo que se dedica este grupo de inolvidables jóvenes amigos pertenecientes a una generación que, aunque posterior a la mia, no deja de ser igual o más interesante si cabe que a la que pertenecimos entonces.
A pesar de que este pequeño trabajo de diseño que publico está todavía sujeto a la aprobación unánime del grupo, no me resisto a la tentación de mostrarlo públicamente con el permiso anticipado de todos los cofrades.
Como deudor que me siento con ellos de su desinteresada hospitalidad, sirva este ejemplo como parte del previo pago emocional que me embarga y del que son auténticos acreedores.


lunes, 8 de agosto de 2011

AMIGOS PARA SIEMPRE (La Cuesta.Callejón Piñeiro)


José de Dios ha sido el verdadero artífice de que nos hayamos podido reunir, después de unos cuarenta años, todos aquellos que compartimos un tiempo y un espacio en los aledaños de ese pueblo tan distinto ahora al que conocimos entonces llamado LA CUESTA.
Estuvieron presentes en una primera comida celebrada en casa de Juán, el mismo José con sus hermanas Adelina, Julita, su hija Mara y su novio y la hermana de este, el anfitrión Juán y su mujer, la hija de ambos, su nieta, Mauro, Carmen y yo. Anécdotas no faltaron, incluso las vividas en Inglaterra por parte de los de Dios Palaut (José ha suprimido la "t" de su segundo apellido) que nos hicieron reir muchísimo por el ingenio desarrollado por los hermanos para tratar de sobrevivir entre los flemáticos anglosajones.
En una segunda comida celebrada en El Sauzal hicieron acto de presencia el resto de convidados: Agustín, Domingo, Galán y D. Manuel González. La sobremesa estuvo amenizada por un repertorio característico de la época interpretado por MELI, acompañada por José de Dios, ritmo y maracas; D. Manuel González, timple; Juan, voz y guitarra; y un servidor, guitarra y voz.
Una vez roto ese maleficio que supone el olvido por culpa de una maltrecha memoria, trataremos  a partir de ahora de mantener el contacto a través de cualquiera de las múltiples redes sociales que nos permita seguir sumando nuevos encuentros de viejas amistades de vecindad.
Respecto de los supervivientes del Callejón Piñeiro, echamos de menos a dos de los que fueran nuestros convecinos más próximos: LOURDES y ANTONIO DUQUE a quienes desde aquí saludo muy cordialmente y a quienes también les deseo la misma suerte que hemos tenido el resto de haber salido adelante totalmente indemnes de aquel límite de pobreza en la que por los años cincuenta nos encontrábamos todos.
Por cierto, como información adicional, recordar que carecíamos de lo más esencial: AGUA CORRIENTE Y CUARTO DE BAÑO pero, además, de NEVERA Y TELEVISIÓN. Y no obstante, logramos sobrevivir.

VACACIONES en TENERIFE (COFRADÍA del COCHINO NEGRO)


 MIEMBROS DE LA COFRADÍA del COCHINO NEGRO del PUERTO DE LA CRUZ

No miento al afirmar que estas han sido las vacaciones más emotivas de toda nuestra vida. A pesar de haber estado en distintas ocasiones en la tierra que me vió nacer, ninguna como esta nos ha reportado tantas emociones, tantos recuerdos y tantos afectos como en veranos anteriores. Quizá ello se deba al hecho de haber llegado a la edad en que estar de vacaciones signifique algo mucho más profundo que tomar el sol, bañarte en el mar o disfrutar de un inigualable clima como el de Tenerife. A cada paisaje le corresponde un determinado paisanaje que, en este caso, se traduce en generosidad, hospitalidad y un especial sentido del humor acorde con la simpática idiosincracia del pueblo canario; en definitiva, de los buenos y grandes amigos que quedaron lejos y de aquellos que ya no están entre nosotros.

Quisiera mencionar en primer lugar a FELIX ABRANTE, RAFA MOLINA, PEYO, VICENTE, etc., todos ellos del Puerto y pertenecientes a una modesta Cofradía graciosamente denominada COCHINO NEGRO cuya única pretensión no es otra que la de tertuliar sobre lo humano y lo divino y degustar del arte culinario que se ofrece en los muchos GUACHINCHES repartidos por la geografía insular acompañándolo de los excelentes caldos cultivados en la isla y con denominación de origen.

Tampoco me olvido de los amigos más mayores y que, dicho sea de paso, los he encontrado pletóricos de salud pese a la tan profunda crisis: VICTOR PIGEÓN, PACO PÉREZ, LELO, CHARO, ZAMORA y un largo excétera que llenaría esta página. A todos ellos les enviamos también un cariñoso saludo.

Mención aparte me merece el reencuentro con todos aquellos otros que crecieron conmigo desde la infancia cuando aún el Puerto de la Cruz distaba tanto de La Cuesta que no nos hacíamos a la idea de que algún día, cualquiera de todos nosotros podría recalar allí en pos de una vida mejor como  así fué en el caso particular de mi familia. Es por eso que también dedicaré un capítulo aparte a todos ellos: a JOSÉ DE DIOS, JULITA, ADELINA, AGUSTIN, DOMINGO, GALÁN. MAURO, JUAN Y PILI, ANTONIO DUQUE, ETC., ETC.

sábado, 6 de agosto de 2011

DON MANUEL GONZÁLEZ LÓPEZ, alias "EL COCA-COLA"

Hace sólo unos días que estuvimos en Tenerife y la figura de D. Manuel González López, de 84 años de edad, no creo que se me olvide para el resto de mi vida. Su vitalidad, generosidad y hospitalidad no tienen desperdicio.
Su mote, "El Coca-Cola", le viene dado porque trabajó toda su vida en la firma de refrescos que todos ya conocemos y a la que le debe, según sus propias palabras, todo lo poco que aún hoy le pertenece.
Sigue casado con la misma simpática y afable mujer que conoció de joven y a ella le debe mucho más todavía que a la COCA-COLA.
Nos reunió en un acogedor aposento dedicado todo él a sus pasatiempos favoritos; en especial a la música de la que es un eterno enomarado y allí desgranamos unas isas y folias; él con su magnífico timple y yo con una excelente guitarra también de su propiedad. Mientras, José de Dios filmaba el encuentro con una de esas nuevas tabletas de tanta memoria.
D. Manuel aprovechó la ocasión para advertirnos de que no fue delante de Guillermo Olsen la vez que escupió aquel brevaje oscuro que le ofrecieron en la empresa sino en presencia del entonces encargado D. Domingo Baute. Todo ello ocurría allá por el año 1953, año en el que marchó a Barcelona para aprender todo el proceso de fabricación, embotellamiento y distribución del producto antes de que se comercializara en Tenerife, cosa que ocurriría el 10 de Febrero de 1955.
La caja de veinticuatro botellas costaba entonces cuarenta y dos pesetas.
Desde Barcelona, ciudad que ya conoce antes que yo, le envio un cariñoso saludo y la promesa de volvernos a encontrar de nuevo el año próximo.