RETRODEZCAN
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?
jueves, 26 de marzo de 2009
TRIPULACIÓN de la nave CUÉLEBE
COLONIZACIÓN
miércoles, 25 de marzo de 2009
LA VIRREINA
HOY DÁCIL LÓPEZ y su SEXY SEXTET
martes, 24 de marzo de 2009
LA MALA ESTRELLA. 5º y último capítulo
Al presentar la suya, T.G., con una mirada oblícua de recelo, apelaba con el gesto a la total discreción del funcionario de turno. Sin embargo, la única viajera femenina de la expedición, no tendría razón alguna en tratar de ocultar su fecha exacta de nacimiento como no fuera que su extrema juventud le impidiera por ley comandar una nave de las complicadas características del CUÉLEBE. Solo así se entendería tal comportamiento pues de todos era bien sabido que T.G. no había llegado aún a alcanzar la treintena mientras que sus avezados compañeros de aventuras, Stanley y Livingstone, le doblaban sobradamente la edad.
Los viajeros decidieron rechazar el amable ofrecimiento de alojamiento alegando como excusa que no soportarían hibernar por muchas horas durante el dia siguiente en ZLB por lo que se apresuraron a disponer de lo necesario y trasladarse sin mas dilación hasta el despejado campo de tiro para, por fín, tratar de resolver el tan discutido enigma de la MALA ESTRELLA que tanto les preocupaba y por el que tan apresuradamente se habían desplazado hasta aquí.
Así lo hicieron. Sobre una gran explanada completamente desierta, tres cañones lasser de largo alcance se alineaban paralelos a la lejana e imprecisa linea del horizonte con un determinado ángulo de tiro, distintos entre si , de acuerdo a cada una de las diferentes fechas de nacimiento del trio. Un funcionario había introducido previamente en cada uno de ellos una tarjeta magnética con los datos de nacimiento de los tres tiradores. A la izquierda, Stanley; en el centro, T.G.; a la derecha Livingstone.
Pronto la noche se abatiría completamente sobre la gran explanada y alrededor de las ocho en punto daría comienzo la cacería. El primero en disparar sería Stanley y a intervalos de un segundo los dos restantes; siempre de izquierda a derecha. No se oiría nada, ni siquiera el clic del gatillo. Solo se apreciaría una delgada línea luminosa de color rojo atravesando velozmente el espacio hasta perderse en la difusa linea teñida por el ocaso. Así nos lo había explicado el funcionario que ahora encendia los monitores de cada cañon y en cuyas pantallas de plasma aparecerían las imágenes del impacto quince segundos más tarde después de producirse el disparo.
Levantó el brazo y justo cuando el minutero llegó al doce, el funcionario gritó:
-¡¡FUEGO!!.
El primero, disparado por Stanley, se perdió tras la supuesta línea del horizonte, en silencio. Un segundo después, también disparó T.G. Una linea roja perpendicular a donde el cielo se junta con la tierra se redujo en un instante a un punto del mismo color en la lejanía. Por último le tocó el turno a Livingstone. Su disparo no le deparó ninguna mueva sorpresa. Cuando al fín consiguió alzar la vista ya no pudo distinguir nada que no fuera la profunda oscuridad del firmamento.
Quince segundos más tarde y a intervalos de un segundo, aparecieron en cada una de las pantallas planas de los monitores los efectos inmediatos del impacto. Un enorme paraguas de diminutas y luminosas partículas multicolores, se precipitaban blandamente hasta consumirse en el espacio como pavesas ingrávidas, como luciérnagas galácticas moribundas. Al propio tiempo, una sensación de bienestar y de relajación parecía apoderarse paulatinamente del organismo de cada uno de nuestros tres protagonistas. La sensación de suprema felicidad invadía ahora sus corazones henchidos de gozo. Que gran peso parecíales haberse quitado todos de encima. Deseaban fervientemente regresar cuanto antes a la Tierra y disfrutar de ese nuevo estado de ánimo que embriagaba sus almas, libres al fín de tanto recelo acumulado.
Aunque habían leido que, si bien por largo tiempo, la sensación de felicidad solo sería transitoria, ansiosos estaban de hacer partícipes a todos los suyos de la increible experiencia vivida. Hasta que la MALA ESTRELLA de cada uno volviera con el tiempo a configurarse, -tal y como determinaba el DESTINO,- dispondrían siempre de una nueva oportunidad, única pero repetible, de volver durante un tiempo a ser completamente felices.
Una hora más tarde de la experiencia vivida y a bordo de la magnifica CUÉLEBE comandada por T.G., Stanley y Livingstone regresaban sin novedad a la Tierra para retomar, donde la habían dejado, la secreta misión que les mantendría totalmente ocupados durante un largo e impreciso periodo de tiempo en el archipiélago canario y envueltos de nuevo en su enconada lucha contra el más acérrimo de todos su enemigos: el barón HUMBOLDT.
FIN
LA MALA ESTRELLA. 4º capítulo
Todo ocurrió muy rápido. Apenas si notaron el impacto contra la atmósfera de ZLB. Una vez en ella, la benefactora sensación de flotabilidad resultaba sumamente agradable y placentera. T.G. regresó hacia ellos, disculpándose de nuevo, dibujando en su rostro una fresca como franca sonrisa tras la que resplandecía una perfecta, sana y blanquísima dentadura propia solo de las personas que jamás mienten y, mucho menos, bajo juramento. Y ella, efectivamente, resultaba ser del todo sincera cuando afirmaba que en breve, dentro de quince minutos a lo sumo o, lo que es lo mismo, dentro de una hora de las de ZLB, aterrizarían, por fín, en el pequeño planeta elegido.
lunes, 23 de marzo de 2009
MALA ESTRELLA. 3er. capítulo
Sentados comodamente en torno a una mesa redonda consultaban cabizbajos los capítulos del libro de Humboldt que hacian referencia explícita a como liquidar las propias abominables MALAS ESTRELLAS.
Así, concretamente, en el capítulo 27 se adviertían cinco condiciones distintas. A saber:
1).-"Cada uno de todos nosotros es propietario, por así decirlo, de una MALA ESTRELLA localizada en una determinada galaxia dependiendo de nuestra fecha de nacimiento".
2,-)"Asímismo, cada uno de nosotros podrá disponer de un rayo lasser de largo alcance para destruirla"
3.-)"Todas las MALAS ESTRELLAS de una misma década generacional se encuentran dispuestas en 10 distintas calles numeradas del 1 al 10 en una misma vía galáctica. Estas calles podrán contener un mayor o menor número de ESTRELLAS MALAS en función de la cantidad de natalicios de cada década".
4.-)"Cada galaxia contiene 10 vias distintas que se corresponden con las de cada década de un siglo terrícola. (Ejemplo: los nacidos en 1900-10-20-30.............90 y así hasta el siguiente siglo). Por lo tanto, por el momento existen XXI galaxias de MALAS ESTRELLAS de 10 vias cada una y 10 calles por vía".
5.-)"Solamente la estación espacial del planetoide ZLB es la única válida para acoger a todos aquellos que, previa acreditación de su exacta fecha de nacimiento, estén dispuestos a llevar a cabo la eliminación violenta de su abominable MALA ESTRELLA siempre bajo la tutela de personal especializado y autorizado por la dirección espacial del recinto de admisión"
.......continuará
MALA ESTRELLA: 2º capítulo
Trás unos dias de tranquila navegación por el Atlántico, Stanley y Livingstone arribaron sin novedad al soleado puerto de Santa Cruz. Stanley traía consigo el misterioso manuscrito de nuestro peor enemigo que T.G se apresuró a arrebatarle nada más pisar tierra firme; tal era su siempre inquieta curiosidad. Ante tan espléndida juventud, tan delicada belleza y tan franca sonrisa bien poco podía reprochársele. Bastante favor les hacía poniendo a su entera disposición el CUÉLEBE, su nave favorita.
Por lo que T.G. sabía, ZLB era un pequeño planeta de nuestra misma galaxia y no, precisamente, de fácil acceso. Su superficie no era mucho mayor que la de la isla misma por lo que su movimiento de rotación, al ser su diámetro tan pequeño, lamentablemente, generaba unos dias y noches muchísimos mas cortos que los de la Tierra lo que entrañaba una dificultad añadida si se tiene además en cuenta la supresión de oxígeno con el que, ya de por sí, las autoridades del planetoide sometían a la población durante el día en descarado beneficio de la corta pero agitada noche. El día contaba igualmente de veinticuatro horas pero a las horas no necesariamente les correspondían sesenta minutos como en la Tierra; solo quince (la cuarta parte).
Al carecer sus horas del mismo valor que las terrestres, la entrada en su órbita por parte de cualquier nave habría de efectuarse siempre de noche y al ser posible temprano.
Durante el día, todos los seres vivos de ZLB, como habia ya advertido T.G., solían permanecer en un estado de deliberada hibernación (H.L., hibernación latente) debido, fundamentalmente, a la supresión de oxigeno que las autoridades solo activaban cada día entre de las seis de la tarde, -hora ideal para que el CUELEBE entrara en su órbita,- y las seis de la mañana. Toda la actividad del planeta se desarrollaba en esta breve franja horaria (teniendo en cuenta sus horas de quince minutos) y a la altura del paralelo de su ecuador.
Puestos al corriente, una vez más, tanto Stanley como Livingstone por parte de su queridísima y bella amiga T.G. de las extrañas características del pequeño planeta de nombre ZOILOLOBO, llegados a él, solo cabría recopilar del libro del barón Humboldt aquellos capítulos que trataran de la eficaz y mejor manera de erradicar de la galaxia sus distintas MALAS ESTRELLAS.
Pero de ello se dará cuenta en el siguiente capítulo. ............continuará
MALA ESTRELLA (ASHLECHTER-SCHLIMMER STERN). 1er. capítulo
El dia anterior, mientras consultaba las páginas amarillas de una antigua compañía de comunicación que al parecer llevaba por nombre TELEFÓNICA pudo advertir, -y de ahí su gran preocupacion,- la extraña publicidad de una desconocida Agencia de Viajes mediante la cual se anunciaba lo siguiente:
ELIMINE SU MALA ESTRELLA. Viaje hasta el planeta "X" (el nombre figuraba borroso) y en solo un fín de semana volverá a ser FELIZ.
Puesto en contacto con su amiga T.G., esta le comunicó que si bien conocía por las siglas ZLB el pequeño planeta al que se refería la Agencia de Viajes, ignoraba por completo de qué se trataba en realidad el misterioso anuncio publicitario insertado en las PÁGINAS AMARILLAS. Solamente Sir Stanley, en todo caso, podría muy bien presuponer en que consistía aquel impreciso reclamo que anunciaba FELICIDAD y que sumía a los otros dos protagonistas en un mar de dudas razonables.
Livingstone citó a Stanley a las 5:00PM, como siempre, en Straford. Frente a dos tazas de té, Stanley hubo de confesar lo mismo que ya había asegurado T.G. pero recordaba sin embargo haber visto en cierta ocasión, en la Biblioteca privada de su gran amiga Lady Ginebra, un viejo libro cuyo título, al parecer, tenía una cierta relación con la denominada MALA ESTRELLA a la que se refería la nota publicitaria y que, según se aseguraba, cada individuo arrastra, para su desgracia, desde el día de su nacimiento. Uno de sus capítulos, -recordaba Stanley-, estaba referido a como eliminar esa MALA ESTRELLA , cuestión que afectaba tan negativamente a la gran mayoría de los humanos..
Antes de tomar la precipitada decisión de desplazarse hasta Tenerife donde el CUELEBE tenía su base de operaciones, decidieron primero recabar información precisa del manuscrito citado por Stanley. Para ello se dirigieron al domicilio abandonado de Lady Ginebra del que Sir Stanley conservaba siempre una llave.
Una vez en el interior de la enorme y nutrida Biblioteca de la mansión de su íntima amiga no les resultó nada dificil encontrar lo que buscaban pues todos los ejemplares figuraban en unas listas informatizadas por orden alfabético de Autores, Temas, Ediciones, etc., etc. Siempre que accedían a aquella hermosa Biblioteca, aparentemente abandonada, les asaltaba a ámbos la misma inquietante duda: ¿Eran en realidad T.G. y Lady Ginebra la misma persona?. Nunca aparecieron juntas ante su masculina presencia sin embargo, tanto Stanley como Livingstone, continuaban siendo amigos comunes de ámbas mujeres por separado.
Sea como fuere, lo cierto es que bajo el nombre de SCHLECHTER( SCHLIMMER) STERN (Mala Estrella) encontraron fácilmente el curioso incunable mencionado; pero cual no sería su sorpresa al descubrir que su autor no era otro, nada menos, que el mismísimo Friedrich Heinrich Alexander Barón de HUMBOLDT, acérrimo enemigo, indistintamente, de las coronas británica y española, respectivamente.
Con el libro ya en su poder, decidieron entonces embarcar a bordo de una graciosa goleta que se encontraba próxima a zarpar, como era costumbre, desde el puerto de Plymouth rumbo a Canarias. Una vez en Santa Cruz de Tenerife entrarían rápidamente en contacto con su célebre amiga T.G. a fín de preparar el corto y decisivo viaje espacial que les llevaría hasta aquel minúsculo planeta del que ahora, gracias al libro de Humboldt, si conocian su auténtico nombre: ZOILOLOBO (de ahí las siglas ZLB en todas las cartas espaciales de navegación y a las que nadie había prestado la menor atención; ni siquiera la ilustradísima amiga T.G.)
.............CONTINUARÁ
domingo, 22 de marzo de 2009
De nuestro amigo JOSÉ MARTÍN
¡¡Gracias en nombre de los tres!!
Llegué hace un momento de la Laguna y mañana madrugo para el trabajo, pero no podia irme a dormir sin antes decirte que fué una muy agradable sorpresa ver tu cronica de hoy, las fotos de tus antiguos amigos y el comentario que haces al respecto. Gracias otra vez por las molestias que te tomas y te puedan causar el tiempo que usas en ello, aunque sé que lo haces como todo, en tu magnifico blog con mucho agrado.