Mi buen amigo Antonio Dorta cree tener razón al subrayar que la mayoría de la gente, sobretodo la que ha alcanzado en los últimos años de su vida una alta cota social, tiene mucho más temor a enfrentarse a su pasado (ya vivido y experimentado) que al futuro aún por descubrir y, en consecuencia, mucho más incierto y por lo tanto con muchos más riesgos si cabe, lo que en realidad nos plantea una grave paradoja que entraña un problema de muy dificil solución.
La gente anónima que nunca tuvo nada, aquella que ha perdido lo poco que aún tenía o aquella otra que ya no le queda nada por perder y mucho menos que arriesgar porque, dicho sea de paso, ya se les ha garantizado un futuro del todo incierto, lo único que les queda como patrimonio propio y personal es, precisamente, aparte de la esperanza, su azaroso pero vivido pasado. Y es este tipo de gente, los perdedores, la que con más celeridad se han puesto en contacto conmigo para agradecerme, a través de Internet, la recuperación de su único patrimonio conocido: SU PASADO
Como cronista gráfico que me considero, me enfrento a esta curiosísima y grave paradoja que ya he comentado antes y que me mantiene del todo confundido respecto a sí, como según parece, debo publicar o no determinadas fotos de determinadas personas que se encuentran en el seno de los álbumes en Flickr.
Noto un extraño silencio en torno a lo que se venía anunciando como algo novedoso, desde el punto de vista sociológico, y que, sin embargo, algunas diplomáticas reticencias impiden o aconsejan su no publicación. De modo que me encuentro en poder de un valioso documento gráfico que, al parecer, no interesa a casi nadie excepto, como he mencionado antes, a aquellos cuyo pasado no compromete a nada ni tampoco a nadie.
En una sociedad moderna, civilizada y democrática, la libertad de expresión, en interés de recuperar una memoria gráfica del Puerto de la Cruz, no debería ser obstáculo para promover, desde las instituciones u otros estamentos, la divulgación de un documento de la vital importancia como el que representa esta MEMORIA SENTIMENTAL GRÁFICA del Puerto de la Cruz. O por lo menos, así lo entiendo yo.