RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

viernes, 27 de marzo de 2009

EXPEDICIÓN A CANARIAS. continuación. BELLAS CONFIDENTES en Plymouth



Como nuestros lectores, sin duda, recordaran, respondiendo a una determinada estrategía concebida de antemano y que tan excelentes resultados les deparara en el pasado, Lady Ginebra, de común acuerdo con Stanley y Livingstone, tomaría la concensuada decisión de embarcarse, una semana antes que el resto, a bordo de un discreto buque que zarparía aquella misma noche y en silencio del puerto de Plymouth rumbo a Canarias a fín de crear, cuanto antes, en Santa Cruz, la indispensable infraestructura que garantizara a los dos intrépidos aventureros pasar lo más desapercibidos posible una vez llegados también a su destino siete dias más tarde.

Tratando de aprovechar el tiempo en su ausencia, tanto Livingstone como Stanley decidieron de improviso trasladarse hasta los bajos fondos, confundidos entre el lumpen de la ciudad de Plymouth, con el solo propósito de recabar la suficiente información que de entre sus muchas y bellas confidentes locales que aún permanecían fieles a sus intereses, pudiera parecerles ventajosa en relación a la delicada operación que ámbos hombres tratarían valientemente de llevar a cabo próximamente en suelo del archipiélago canario.

Jack "El Destripador" había sembrado de tal manera el pánico en la ciudad, que todas aquellas jovencitas a las que la alta burguesía tildaba eufemisticamente como de VIDA ALEGRE, se negaban, por temor al asesino, a continuar ejerciendo su antigua y mal remunerada profesión, libremente y al descubierto, por las cuatro esquinas de las siempre mal iluminadas calles de los sucios puertos, al amparo permanente de aquella espesa y perpetua niebla del sur de Inglaterra que otrora les preservara de los marineros mirones y sin embargo incapaz ahora de ocultarlas del temible destripador. Recabar tan valiosos testimonios requería, pues, acudir, indistintamente y a menudo, a los numerosos lupanares clandestinos diseminados por aquellos suburbios donde las siempre vírgenes y confidentes prostitutas inglesas se encontrarían ahora mezcladas en reclusión voluntaria y a salvo del sanguinario y misterioso JACK.

Tanto Livingstone como Stanley apenas si podían contener su moderada lascivia ante tantos centímetros al descubierto de mórbida anatomía femenina; ante tanta carne oronda y fresca; ante tanta piel sonrosada; ante tanta boquita de carmín pintada. La estricta moral victoriana de ámbos solo podría permanecer incólume si conseguían ajustarse exactamente al resultado de la información obtenida y al móvil por el que exclusivamente habíanse desplazado hasta allí.

Al verles llegar tan desinteresados por el placer, una desconcertada madame, entrada más en carnes que en años, sin apenas quitarles la vista en ningún momento de encima, de improviso, comenzó a tararear en un tono más soez que burlón y con marcado acento irlandés, lo que parecía ser una vieja coplilla de origen español heredada posiblemente de aquellas otras mujeres que luego de naufragar con la poderosa Armada Invencible de Felipe II, lograrían sobrevivir abandonadas a su suerte y ejerciendo la prostitución callejera tratando en vano de subsistir dignamente en los sucios arrabales de la ciudad portuaria de Plymouth.

La copla decía así:

A un lupanar de rica miel
dos mil putas acudieron
que por viciosas murieron
presas de patas en él.

La cancioncilla, al parecer, hacía clara alusión, precisamente, a aquel numeroso contingente de mujeres españolas que acabaron refugiándose en Plymouth después del trágico naufragio que se cobraría otras tantas vidas y del que, según dicen, Felipe II diría posteriormente:

-Yo no envié mi flota a luchar contra las tempestades, -cuando en realidad debió haber dicho:
-Yo no envié a mis mujeres a ejercer la protitución.

Según Stanley, la cancioncilla en cuestión podría muy bien tratarse de una soez recreación irlandesa sobre una conocida fábula atribuible a Samaniego o bién a Tomás de Iriarte (fabulista canario, por cierto). No estaba del todo seguro.

....continuará

CONTRA EL PLAN DE BOLONIA

Ayer, día 26-03-2009, me acerqué hasta la Facultad de Geografía e Historia de Barcelona para seguir de cerca los crudos acontecimientos relacionados con el tan discutido Plan de Bolonia y tomar de paso algunas fotos de la concentración.
No se impartieron clases pues los jóvenes estudiantes continuaban reunidos en asamblea en el vestíbulo de la propia facultad resueltos a proseguir en lucha. Por un estrecho márgen de votos se decidió continuar la jornada en favor de la LUCHA PACÍFICA en detrimento de la VIOLENTA. 180 votos a favor por 170 en contra. Poco márgen, lo que evidencia la crispación de la población estudiantil. No se registraron incidentes.

jueves, 26 de marzo de 2009

TRIPULACIÓN de la nave CUÉLEBE

A falta de sus tres maximos protagonistas, Lady Ginebra, Sir Stanley y Sir Livingston, estos son algunos de los veteranos componentes de la experimentada tripulación del CUÉLEBE. Dependiendo del carácter específico de cada misión, la tripulación podrá ser rotatoria y sustituida por nuevos miembros escogidos de entre el contingente que para tal efecto permanece en la Base de Operaciones.

COLONIZACIÓN

En próximos capítulos, de los que advertiremos en su debido momento, trataremos de explicar como y de que manera se llevó a cabo, por parte de la corona española, la colonización de las Islas Canarias.
Este óleo que se encuentra en el Museo de Santa Cruz de Tenerife, nos muestra el gran poder que los estamentos eclesiásticos de la época mantenían sobre la pacífica población civil.

miércoles, 25 de marzo de 2009

LA VIRREINA

Los abuelos del barón Humboldt, según consta en documentos de la época, confirman haber conocido a la que fuera virreina de las Islas Canarias en época inmediatamente posterior a la conquista.
Es probable que se tratara de esta linda jovencita cuyo retrato figura todavía en la magnífica biblioteca de Lady Ginebra en su hermosa casa de la campiña inglesa, en las afueras de Straford.

HOY DÁCIL LÓPEZ y su SEXY SEXTET

Tal y como viene siendo habitual en ella y antes de partir con la Cia. de Danza LA ANÓNIMA IMPERIAL que le llevará de gira por distintas ciudades de Brasil, la cantante y compositora DÁCIL LÓPEZ actúa y presenta hoy en ELÈCTRIC BAR de Barcelona, al frente de su grupo SEXY SEXTET sus últimas, frescas e interesantes composiciones.
Los interesados en ver sus últimos videos pueden entrar a través de este Blog a su página en MYSPACE donde podrán deleitarse con algunos de sus interesantes temas.

martes, 24 de marzo de 2009

LA MALA ESTRELLA. 5º y último capítulo

Un pequeño comité de bienvenida compuesto por distintos funcionarios públicos de ZLB esperaba en silencio a los tres viajeros a pié de escalerilla para conducirles sin demora hasta la recepción del organismo pertinente, sito en las mismas instalaciones del aeropuerto, con el fín de requisar sus distintas documentaciones con las que acreditaban sus correpondientes fechas exactas de nacimiento.

Al presentar la suya, T.G., con una mirada oblícua de recelo, apelaba con el gesto a la total discreción del funcionario de turno. Sin embargo, la única viajera femenina de la expedición, no tendría razón alguna en tratar de ocultar su fecha exacta de nacimiento como no fuera que su extrema juventud le impidiera por ley comandar una nave de las complicadas características del CUÉLEBE. Solo así se entendería tal comportamiento pues de todos era bien sabido que T.G. no había llegado aún a alcanzar la treintena mientras que sus avezados compañeros de aventuras, Stanley y Livingstone, le doblaban sobradamente la edad.

Los viajeros decidieron rechazar el amable ofrecimiento de alojamiento alegando como excusa que no soportarían hibernar por muchas horas durante el dia siguiente en ZLB por lo que se apresuraron a disponer de lo necesario y trasladarse sin mas dilación hasta el despejado campo de tiro para, por fín, tratar de resolver el tan discutido enigma de la MALA ESTRELLA que tanto les preocupaba y por el que tan apresuradamente se habían desplazado hasta aquí.

Así lo hicieron. Sobre una gran explanada completamente desierta, tres cañones lasser de largo alcance se alineaban paralelos a la lejana e imprecisa linea del horizonte con un determinado ángulo de tiro, distintos entre si , de acuerdo a cada una de las diferentes fechas de nacimiento del trio. Un funcionario había introducido previamente en cada uno de ellos una tarjeta magnética con los datos de nacimiento de los tres tiradores. A la izquierda, Stanley; en el centro, T.G.; a la derecha Livingstone.

Pronto la noche se abatiría completamente sobre la gran explanada y alrededor de las ocho en punto daría comienzo la cacería. El primero en disparar sería Stanley y a intervalos de un segundo los dos restantes; siempre de izquierda a derecha. No se oiría nada, ni siquiera el clic del gatillo. Solo se apreciaría una delgada línea luminosa de color rojo atravesando velozmente el espacio hasta perderse en la difusa linea teñida por el ocaso. Así nos lo había explicado el funcionario que ahora encendia los monitores de cada cañon y en cuyas pantallas de plasma aparecerían las imágenes del impacto quince segundos más tarde después de producirse el disparo.

Levantó el brazo y justo cuando el minutero llegó al doce, el funcionario gritó:

-¡¡FUEGO!!.

El primero, disparado por Stanley, se perdió tras la supuesta línea del horizonte, en silencio. Un segundo después, también disparó T.G. Una linea roja perpendicular a donde el cielo se junta con la tierra se redujo en un instante a un punto del mismo color en la lejanía. Por último le tocó el turno a Livingstone. Su disparo no le deparó ninguna mueva sorpresa. Cuando al fín consiguió alzar la vista ya no pudo distinguir nada que no fuera la profunda oscuridad del firmamento.

Quince segundos más tarde y a intervalos de un segundo, aparecieron en cada una de las pantallas planas de los monitores los efectos inmediatos del impacto. Un enorme paraguas de diminutas y luminosas partículas multicolores, se precipitaban blandamente hasta consumirse en el espacio como pavesas ingrávidas, como luciérnagas galácticas moribundas. Al propio tiempo, una sensación de bienestar y de relajación parecía apoderarse paulatinamente del organismo de cada uno de nuestros tres protagonistas. La sensación de suprema felicidad invadía ahora sus corazones henchidos de gozo. Que gran peso parecíales haberse quitado todos de encima. Deseaban fervientemente regresar cuanto antes a la Tierra y disfrutar de ese nuevo estado de ánimo que embriagaba sus almas, libres al fín de tanto recelo acumulado.

Aunque habían leido que, si bien por largo tiempo, la sensación de felicidad solo sería transitoria, ansiosos estaban de hacer partícipes a todos los suyos de la increible experiencia vivida. Hasta que la MALA ESTRELLA de cada uno volviera con el tiempo a configurarse, -tal y como determinaba el DESTINO,- dispondrían siempre de una nueva oportunidad, única pero repetible, de volver durante un tiempo a ser completamente felices.

Una hora más tarde de la experiencia vivida y a bordo de la magnifica CUÉLEBE comandada por T.G., Stanley y Livingstone regresaban sin novedad a la Tierra para retomar, donde la habían dejado, la secreta misión que les mantendría totalmente ocupados durante un largo e impreciso periodo de tiempo en el archipiélago canario y envueltos de nuevo en su enconada lucha contra el más acérrimo de todos su enemigos: el barón HUMBOLDT.

FIN

LA MALA ESTRELLA. 4º capítulo

Algo antes de las cinco de la tarde, T.G, disculpándose, les abandonaba por el momento para sumergirse en las profundidades del gran habitáculo destinado al comandamiento de la nave. Un ligero temblor en su estructura y el parpadeo de la luz artificial anunciaban que el momento de la reentré ya se aproximaba y en consecuencia Stanley y Livingstone, cerrando repentinamente el libro escrito por su enemigo común barón Humboldt, optaron por tomar asiento cómodamente en el lugar destinado a los pocos miembros de la tripulación. Solo cabía esperar el momento en el que el CUÉLEBE se situara en la órbita correspondiente del planetoide. Para ello y desde mucho antes, T.G. había estado introduciendo las distintas coordenadas en la sorprendente memoria del minúsculo ordenador central para que, llegado el momento, este las transmitiera al automatismo de la nave obligándola a elegir el ángulo preciso de ataque requerido en función de factores tan variados como velocidad, presión, temperatura, peso, inclinación del eje de ZLB, diámetro de su circunferencia, etc., etc.

Todo ocurrió muy rápido. Apenas si notaron el impacto contra la atmósfera de ZLB. Una vez en ella, la benefactora sensación de flotabilidad resultaba sumamente agradable y placentera. T.G. regresó hacia ellos, disculpándose de nuevo, dibujando en su rostro una fresca como franca sonrisa tras la que resplandecía una perfecta, sana y blanquísima dentadura propia solo de las personas que jamás mienten y, mucho menos, bajo juramento. Y ella, efectivamente, resultaba ser del todo sincera cuando afirmaba que en breve, dentro de quince minutos a lo sumo o, lo que es lo mismo, dentro de una hora de las de ZLB, aterrizarían, por fín, en el pequeño planeta elegido.

Mientras tanto, en la estación espacial, los técnicos correspondientes se apresuraban para recibir al CUÉLEBE en las mejores condiciones posibles. Se habían habilitado las mejores habitaciones para la tripulación y tres nuevos cañones lasser ya estaban dispuestos en la gran explanada del recinto para ser disparados en cuanto llegara el momento. Los recepcionistas desconocian aún las fechas de nacimiento de los tres viajeros pero una vez recopilados estos datos, se podría facilmente establecer el lugar exacto en la galaxia en que las MALAS ESTRELLAS de cada uno de ellos pudieran ser abatidas y eliminadas sin ninguna dificultad.

El CUÉLEBE fué descendiendo paulatinamente hasta que su tren, acariciando suavemente la pista humeda del aeropuerto y trás una breve pero enérgica carrera, terminó aproximando la nave con suma delicadeza hasta su misma terminal.

...........continuará



lunes, 23 de marzo de 2009

MALA ESTRELLA. 3er. capítulo

AMERIZAJE EN AGUAS DEL PLANETOIDE ZLB.
Despegaron de la isla bien temprano. En solo unos minutos, el CUÉLEBE fue capaz de remontarse, salirse de la órbita de la Tierra y poner rumbo a ZLB sin ninguna dificultad. Stanley y Livingstone, asistidos por dos experimentados miembros de la tripulación se desembarazaban por unas horas de sus trajes espaciales mientras su queridísima amiga T.G. activaba el piloto automático de la nave para venir inmediatamente a su encuentro. Hasta la media tarde de ZLB no tendrían prevista la entrada en su pequeña órbita por lo que habrían de extremar las precauciones respecto al ángulo de ataque ya que a menor circunferencia, mayor dificultad ofrece. No obstante, todos confiaban plenamente en la gran experiencia acumulada de su comandante.

Sentados comodamente en torno a una mesa redonda consultaban cabizbajos los capítulos del libro de Humboldt que hacian referencia explícita a como liquidar las propias abominables MALAS ESTRELLAS.

Así, concretamente, en el capítulo 27 se adviertían cinco condiciones distintas. A saber:

1).-"Cada uno de todos nosotros es propietario, por así decirlo, de una MALA ESTRELLA localizada en una determinada galaxia dependiendo de nuestra fecha de nacimiento".

2,-)"Asímismo, cada uno de nosotros podrá disponer de un rayo lasser de largo alcance para destruirla"

3.-)"Todas las MALAS ESTRELLAS de una misma década generacional se encuentran dispuestas en 10 distintas calles numeradas del 1 al 10 en una misma vía galáctica. Estas calles podrán contener un mayor o menor número de ESTRELLAS MALAS en función de la cantidad de natalicios de cada década".

4.-)"Cada galaxia contiene 10 vias distintas que se corresponden con las de cada década de un siglo terrícola. (Ejemplo: los nacidos en 1900-10-20-30.............90 y así hasta el siguiente siglo). Por lo tanto, por el momento existen XXI galaxias de MALAS ESTRELLAS de 10 vias cada una y 10 calles por vía".

5.-)"Solamente la estación espacial del planetoide ZLB es la única válida para acoger a todos aquellos que, previa acreditación de su exacta fecha de nacimiento, estén dispuestos a llevar a cabo la eliminación violenta de su abominable MALA ESTRELLA siempre bajo la tutela de personal especializado y autorizado por la dirección espacial del recinto de admisión"

.......continuará




MALA ESTRELLA: 2º capítulo

Estación espacial del planetoide ZLB

Trás unos dias de tranquila navegación por el Atlántico, Stanley y Livingstone arribaron sin novedad al soleado puerto de Santa Cruz. Stanley traía consigo el misterioso manuscrito de nuestro peor enemigo que T.G se apresuró a arrebatarle nada más pisar tierra firme; tal era su siempre inquieta curiosidad. Ante tan espléndida juventud, tan delicada belleza y tan franca sonrisa bien poco podía reprochársele. Bastante favor les hacía poniendo a su entera disposición el CUÉLEBE, su nave favorita.

Por lo que T.G. sabía, ZLB era un pequeño planeta de nuestra misma galaxia y no, precisamente, de fácil acceso. Su superficie no era mucho mayor que la de la isla misma por lo que su movimiento de rotación, al ser su diámetro tan pequeño, lamentablemente, generaba unos dias y noches muchísimos mas cortos que los de la Tierra lo que entrañaba una dificultad añadida si se tiene además en cuenta la supresión de oxígeno con el que, ya de por sí, las autoridades del planetoide sometían a la población durante el día en descarado beneficio de la corta pero agitada noche. El día contaba igualmente de veinticuatro horas pero a las horas no necesariamente les correspondían sesenta minutos como en la Tierra; solo quince (la cuarta parte).

Al carecer sus horas del mismo valor que las terrestres, la entrada en su órbita por parte de cualquier nave habría de efectuarse siempre de noche y al ser posible temprano.

Durante el día, todos los seres vivos de ZLB, como habia ya advertido T.G., solían permanecer en un estado de deliberada hibernación (H.L., hibernación latente) debido, fundamentalmente, a la supresión de oxigeno que las autoridades solo activaban cada día entre de las seis de la tarde, -hora ideal para que el CUELEBE entrara en su órbita,- y las seis de la mañana. Toda la actividad del planeta se desarrollaba en esta breve franja horaria (teniendo en cuenta sus horas de quince minutos) y a la altura del paralelo de su ecuador.

Puestos al corriente, una vez más, tanto Stanley como Livingstone por parte de su queridísima y bella amiga T.G. de las extrañas características del pequeño planeta de nombre ZOILOLOBO, llegados a él, solo cabría recopilar del libro del barón Humboldt aquellos capítulos que trataran de la eficaz y mejor manera de erradicar de la galaxia sus distintas MALAS ESTRELLAS.

Pero de ello se dará cuenta en el siguiente capítulo. ............continuará