Esta foto con su correspondiente crónica saldrá publicada el próximo sábado día 25 de Octubre en el suplemento para la zona Norte de la isla del diario LA OPINIÓN de Tenerife en su apartado MI PUERTO
Este curioso grupo de jóvenes amigos son contemporáneos mios. Más o menos de mi generación. Se encuentran, como casi cada día durante la época estival, dispuestos para un bañito en las aguas de San Telmo. Un par de ellos se ha apercibido de mis intenciones pero no les importa en absoluto y aún creo que les importará mucho menos cuando, después de treinta años o más desde que fueran fotografiados, puedan verse hoy aquí rebosantes de salud, optimismo y buen humor
No se si me acordaré de los nombres de cada uno de ellos pero de izquierda a derecha creo conocer a José alias "El C.", de pie y primero por la izquierda; sentado primero por la izquerda, a Memo; a continuación y también sentado, Tena seguido de Suso Yanes. El segundo de pie por la derecha debe ser Juan A. Coronado. Solo tengo una duda respecto del único joven que se encuentra de espaldas y además vestido; es probable que se trate de un joven de padre francés y adinerado a quién apodábamos, obviamente, "el francés" o bién pueda tratarse del hermano del exalcalde del Puerto de la Cruz, Felix Real. Tan solo dos; el que mira de frete a la cámara y el primero de pie por la derecha escapan a mi deficiente mnemotécnia. En cualquier caso espero que todos ellos sepan perdonarme la mella que hace en la memoria el tiempo.
Quiero recordar también aquí que con cada uno de ellos mantuve una cierta distinta vinculación y por razones bien diferentes entre sí. Me explico: con José tuve en común nuestro mutuo interés por la música sudamericana de la que, en mi opinión, se convirtió en un muy decente intérprete. Con Memo, por ejemplo, conseguía reirme como con ningún otro mortal. Me pareció siempre una persona provista de una vis cómica natural como jamás haya yo conocido; solo comparable a otro prodigio del gag: mi también gran amigo Monasterio. Con Suso Yanes me unía una amistad basada, sobre todo, en la admiración que en mí despertaba su afición por el billar, juego que popularizara mi padre entre los jóvenes locales a partir de su llegada al Puerto y de donde saldrían grandísimos jugadores como, por ejemplo, Chicho. Con Tena me unía el compromiso por el fútbol. Ámbos habíamos militado en las filas del PORTEÑO C.F. y desde entonces cultivábamos una amistad que muy bien podría calificarse de deportiva, hasta tal punto que cuando consiguió formar un equipo patrocinado por el Supermercado 2000 donde Tena trabajaba entonces, me tomó el compromiso de que también yo formara parte del mismo en calidad de centrocampista (prefiero decir medio-volante). Fue una temporada muy aciaga pero muy divertida porque uno de nuestros más directos rivales, EL PLAYA, compuesto en su mayoría por "millonarios" y semi-profesionales (Piky Fernández, Manolito Yanes, José María, etc. y así hasta doce, incluyendo al árbitro que la mayoría de las veces pitaba a su favor) fue derrotado, por primera vez en su larga historia, por nosotros, un equipo modesto y de exiguo presupuesto, alzándonos finalmente con el trofeo de aquel campeonato que nos acreditaba como absolutos y auténticos CAMPEONES y que le concedería a Tena, a partir de entonces, un prestigio dificil de igualar como organizador de equipos de fútbol amateur.