RETRODEZCAN

Este imperativo es del todo incorrecto pero me resulta más contundente que el original RETROCEDAN. Por lo tanto, si la Real Academia de la Lengua Española me lo permite, desde hoy en adelante haré uso exclusivo de él.
Con RETRODEZCAN pretendo dar a conocer parte de mi obra pictórica, escultórica, fotográfica y, en menor proporción, literaria y, a la vez, mantener una corriente de opinión sobre los acontecimientos de naturaleza artística de hoy día.
Espero que tomeis la sabia decisión de manteneros a una distancia prudencial de mis opiniones aquí vertidas que no siempre tienen por que ser del agrado de la mayoría; ¿o, sí?

domingo, 30 de agosto de 2009

FIESTA DE LA CERVEZA Puerto de la Cruz

Estas pocas fotografías que aún conservo de aquella época, demuestran como los componentes de las sólidas bandas musicales bávaras eran capaces de levantar el entusiasmo festivo de los habitantes del Puerto de la Cruz a base de distintos alegres "pasacalles" que de forma magistral ejecutaban desplazándose a pie a través de un itinerario aparentemente arbitrario pero que solía llegar sin dificultad alguna hasta los barrios más extremos de la ciudad para deleite de todos los portuenses y también foráneos.
Por lo general, una vez finalizado este atractivo paseo musical, la banda concluía su actuación con un muy esperado concierto al aire libre sobre la terraza superior del Bar Dinámico en la Plaza del Charco, siempre fuertemente aplaudido por el numeroso público que solia congregarse, comodamente sentado, frente a una caña de cerveza bien fresca.



sábado, 29 de agosto de 2009

1ª FIESTA DE LA CERVEZA en el Puerto de la Cruz

Carpa bajo la que se llevó a cabo la primera Fiesta de la Cerveza en el Puerto de la Cruz.

A Salvador Garcia Llanos me permito la libertad de recordarle que la primera denominada Fiesta de la Cerveza tuvo lugar en el interior de una gran carpa como nunca hasta entonces se había visto por aquellas latitudes; no solo por los materiales utilizados: estructura de aluminio y cubierta de resistente lona ligera sino también por sus gigantescas proporciones y cuyo emplazamiento se habría de llevar a cabo sobre la vasta superficie del antiguo recinto ferial del Puerto de la Cruz próximo al muelle y limitado por la calle Mequinez y el mar. De lo que no que no estoy del todo seguro es de si el CIT (Centro de Iniciativas y Turismo) se hubiera responsabilizado por aquel entonces de su total o parcial organización o consistió sólo en un proyecto desarrollado por iniciativa privada de algunos ilustres empresarios portuenses porque el resultado, desde el punto de vista económico, no fue, precisamente, todo lo bueno que cabía esperar por parte de sus responsables; hasta el punto que los numerosos lugareños contratados para poder afrontar con éxito tamaño acontecimiento tuvieron muy serias dificultades a la hora de cobrar sus, -ya de por sí-, discretos salarios. Al frente de la contratación del personal figuraba una pareja de alemanes a cuya oficina volante, una vez acabada la feria, acudían a diario gran número de acreedores, entre los que me incluía yo mismo.
Mi contribución en tan magna organización consistió en la realización de un variado reportaje fotográfico en blanco y negro sobre todos y cada uno de los acontecimientos artísticos previstos, -dentro y fuera de la carpa-, que se dieron cita durante aquella semana en la primera edición del festival, pero para poder llegar a cobrar aquel exahustivo trabajo que finalmente pude llevar a cabo no sin serias dificultades, me exigieron como contrapartida entregarles todo el material negativo relacionado con tal magno evento, detalle que no había sido el pactado a priori y que no figuraba en ninguna cláusula de mi contratación.
No es de extrañar que la curiosidad despertada en toda la población se debiera precisamente a la repercusión generada por la muy alegre y grata presencia de una magnífica banda de música bávara con cuerpo de danzas folklóricas también bávaras incluido, de otra gran excelente orquesta de baile de salón cuyo nombre recuerdo perfectamente: Orquesta Montenegro y, por último, por el hecho de poder contar, además, con la simpática presencia sobre el escenario de un popular cantante español conocido por el nombre de Miky que ya había alcanzado cierta notoriedad en Alemania por un tema interpretado por él mismo titulado Fernando (si mal no recuerdo) y que en España ya había liderado el conocidísimo grupo de nombre MIKY y los TONYS.
tal vez continuará ...............................................................

martes, 25 de agosto de 2009

LUIS GÓMEZ SANTACREU

CLUB BALONCESTO SAN ISIDRO de la OROTAVA. (foto cedida por BRUNO JUAN).
Siento mucho no poseer ninguna otra foto de Luis con la que ilustrar esta crónica.

Nunca pensé que un joven tan sumamente delgado como era Luis entonces fuera poseedor de una resistencia física tal que pudiera soportar lo que de larga duración tiene un partido de baloncesto de la liga nacional.

Yo, sin embargo, crecí en La Cuesta envuelto en esa nube de polvo que se desprende del suelo cuando uno regatea descalzo al declinar la tarde, con una pelota de trapo entre los pies, al borde de un área totalmente rural, frente a la raya imaginaria de una portería limitada en sus extremos por dos pedruscos vertiginosos.

Luis posiblemente se habría curtido de niño sobre las duras canchas de cemento en los colegios mayores de Tenerife que otros tanto envidiábamos hasta llegar a alcanzar con posterioridad el merecido prestigio deportivo del que se hizo acreedor, -cosechado con notable éxito-, al militar durante tantos años en las filas del mítico Club Náutico.

Yo me retiraría definitivamente de la práctica del futbol amateur sin haber conseguido salir jamás de segunda regional: en La Cuesta con el Club Deportivo Arguijón y, posteriormente, ya vecino del Puerto de la Cruz, en el Porteño Club de Futbol.

Reconozco que por entonces yo no sentía ningún respeto por un deporte cuya máxima finalidad consistía en introducir una pelota excesivamente grande en una cestita extraordinariamente pequeña. Pero el apellido Santacreu ya era acreedor de una gran popularidad como deportista cuyos ecos llegaban con total nitidez, incluso, a oidos de la mayoría de futbolistas.

Como podrá comprobarse, en lo deportivo, por no decir en todo lo demás, nuestras vidas discurrían por senderos muy divergentes.

En aquel tiempo, por lo general, las vidas de la inmensa mayoría de jóvenes de la misma generación habrían de converger obligatoriamente en un mismo e insólito lugar: Hoya Fría. Y fue precisamente allí donde me encontré por primera vez con Luis quién, con suma paciencia, no solo me enseñó a introducir una pelota tan grande en una canasta tan pequeña sino también a respetar y amar un deporte al que yo había descalificado prematuramente sin haberme tomado nunca siquiera la molestia de intentar comprenderlo.

Una vez licenciados, nuestro contacto se mantuvo siempre, como ya he manifestado en alguna otra ocasión, estrechamente ligado a la música. Y , precisamente, de esa época datan unos maravillosos versos que aún conservo, compuestos por Luis y que yo me atreví a cantar a ritmo de malagueñas en un pequeño recital organizado, hace ya muchísimos años, por el Instituto de Estudios Hispánicos del Puerto de la Cruz. Es probable que pueda jactarme incluso de haber sido el primero en interpretarlos en público aunque me consta que algunos de esos versos forman parte de la letra de una de las canciones contenidas en un disco editado posteriormente por Caco Senante.

Los versos dicen así:

Yo nací en una prisión
Y también naciste tú
Hay quién dice que es fortuna
Porque la celda es azul
Y los barrotes de espuma

ESTRIBILLO

Que no sea mi canto flor de madrugada
Y anide en mis islas desafortunadas
Que crezca en el viento
Y crezca en el mar
Pero no se quede en puro cantar

Para terminar, sólo citaré como ejemplo un pequeño detalle que pone de manifiesto la gran talla moral y humana que aglutina Luis Gomez Santacreu en su persona.

En el barracón de la novena compañía del CIR en la que fuimos alojados durante el periodo de instrucción militar, yo ejercía de oficinista en el pequeño despacho destinado a tal efecto y a las órdenes directas del capitán Pax Pons y de un teniente grancanario del que no recuerdo su nombre pero sí su magnanimidad.

Cierto día, el teniente, visiblemente nervioso, me preguntó si conocia al recluta Luis Gómez Santacreu y si yo sabía que fuera hijo del general Gómez. Creo recordar que yo ignoraba por completo que Luis fuese hijo de militar y así se lo hice saber al oficial. Este me ordenó rebajarlo de inmediato de todo servicio que implicara trabajos mecánicos dada la condición de militar de su padre. Luego me pidió que lo hiciera acudir a su presencia para comunicárselo personalmente. Yo no escuché entonces la conversación mantenida entre ámbos en privado. Sólo sé que Luis se negó rotundamente a lo que él consideraba un trato de favor respecto del resto de compañeros y exigió no ser rebajado de cualquier servicio que le pudiera afectar por su condición de recluta. De modo que Luis fregó el piso como cualquiera, hizo servicios de cocina como el que más y montó guardias siempre que lo reclamaron los turnos.

Ese es el sensacional Luis Gómez Santacreu que yo conocí.

lunes, 24 de agosto de 2009

A Margarita Rodríguez Espinosa en su jubilación


















Con motivo de la reciente jubilación de nuestra simpática y común amiga Margarita Rodríguez Espinosa, Bruno Juan me ha solicitado que escribiera unas lineas al respecto aprovechando la oportuna visita que, muy recientemente, su hermano Pepe tuviera a bién hacerme cerca de Girona donde actualmente vivo y me comunicara tan desconcertante noticia:

-Marga se ha jubilado.

En la época en la que coincidí con Marga en aquel colegio, cerca de la Plaza de la Iglesia y cuyo nombre no recuerdo, yo había dejado de ser el buen estudiante que siempre demostré a lo largo de aquel bachiller elemental de entonces, cursado en el Colegio San Fernando de la Cuesta y cuyos exámenes, como alumnos libres que éramos, tenían lugar en el Instituto de La Laguna, para convertirme en un joven sin demasiado interés por los estudios pero sí por una inusitada espectativa de nuevas experiencias que jamás me sirvieron de mucho para paliar las frustraciones futuras relacionadas con el ámbito de la docencia. El Puerto me pudo; de lo que mucho más tarde me arrepentiría del todo.

El quinto de bachiller coincidió con mi llegada al Puerto y con las dificultades de mi familia en materia económica y emocional y en este marco tan sombrío para mí recuerdo no solo a Marga, sino a Carmen Rosa Torrents, a Jesús, a los hermanos Figueroa, a los Santaella, a Rafa Cobiella y a otros muchos que, desafortunadamente, se ocultan hoy bajo la espesa nebulosa de mi escasa memoria.

Recuerdo a Marga como una joven muy disciplinada en los estudios y con un especial don, entre otros muchos, para la música que me fascinaba. Ella y Carmen Rosa Torrents formaban un excelente duo del que todavía conservo las armonias de su frescura. Creo que solo eso teníamos en común: el amor por la música.

Llegado el crucial momento de la jubilación, no me extraña en absoluto que sus alumnos hayan tenido la especial deferencia de solicitar para la biblioteca del Colegio, donde impartió sus clases, el nombre de Margarita Rodríguez Espinosa en reconocimiento a la excelente labor docente llevada a cabo a lo largo de su vida y de la que que estoy seguro dedicó en cuerpo y alma.

A Luis Gómez Santacreu, su marido, le conocí en la "mili" y desde entonces le guardo un profundo afecto, sobre todo, por su integridad moral. Junto a él viví, en el seno de aquel campamento de Hoya Fría, anécdotas extraordinarias protagonizadas en su mayoría por una pareja de amigos comunes inolvidables: Carballo y Paco. Lo muy poco que hoy sé sobre baloncesto me lo enseñó entonces Luis. No tanto su amigo Pachi, -también jugador-, con el que yo no hacía buenas migas por su aparente intolerancia deportiva.

También Luis, con el tiempo, me pondría al corriente de las nuevas tendencias musicales cubanas en las voces de la Nueva Trova Cubana con Silvio Rodríguez y Pablo Milanés al frente, en una época en que yo había decidido vivir exclusivamente de la música con cierta holgura.

Mi homenaje particular a Marga y por extensión a Luis y al hijo de ámbos, consiste en la publicación de estas dos fotos encontradas en mi viejo archivo, de no muy buena calidad, todo hay que decirlo, pero en la que se aprecia un matrimonio joven, culto, simpático y muy bien avenido del que me enorgullezco de ser amigo. La segunda corresponde a la de su bebé entonces, durmiendo plácidamente mientras sus padres toman el sol en la popular explanada de San Telmo del Puerto de la Cruz.

Mi más sincero homenaje.

FALSO SECUESTRO-LA APARICIÓN DE BRUNO JUAN (último capítulo)

BRUNO JUAN (falso secuestro)

Esta vez sí que me puse en contacto con la policia. El inspector jefe consideró oportuno ceñirnos al plan previsto entre los secuestradores y yo y, llegado el momento, los agentes actuarian contundentemente con la finalidad de recuperar a Bruno con vida.

El día señalado acudí a la cita prevista antes de hora. Llegué en taxí hasta un punto indeterminado del Parque de Montjuich y me adentré a pie, mochila en bandolera, en la verde espesura hasta el lugar previamente acordado. Enseguida me familiaricé con el entorno y decidí aguardar comodamente sentado hasta el momento en que hicieran acto de presencia los malditos secuestradores. La luna iluminaba el claro del bosque donde tendría lugar el intercambio y yo suponía que los agentes, antes de mi presencia en aquel sitio, ya habrían tomado no solo las medidas oportunas para intervenir en el momento preciso sino que, además, habrían también tomado posiciones estratégicas de forma muy discreta.

A las nueve en punto de la noche un monovolumen negro con los faros apagados hizo su lenta aparición en aquel claro bañado por la luna. Dos individuos, portando gafas oscuras sobre cuyos cristales se reflejaban sendas lunitas plateadas, descendieron perezosamente del automóvil y esperaron con suma tranquilidad mi titubeante presencia. Caminé con lentitud hasta el centro del círculo iluminado pálidamente por la misma luna y deposité con suavidad la mochila en el suelo; luego me retiré hasta el mismo punto del que había partido. Uno de ellos la recogió no sin cierta desconfianza y regresó de nuevo hasta el vehículo, caminando siempre hacia atrás sin perderme nunca de vista. Un ténue resplandor iluminó el interior del coche el tiempo indispensable de comprobar la autenticidad de los billetes mientras el otro continuaba inmóvil frente a mí. Su compañero volvió a salir del monovolumen asiendo por el antebrazo a un torpe encapuchado. Se alejaron del coche lo suficiente como para garantizarse mi no intervención en la huida dejando al secuestrado totalmente bañado en un espeso sudor e iluminado por la siempre pálida luz de la luna.

Cuando los delincuentes, después de abandonar a su víctima inocente, se disponían a emprender la huida a bordo de su negro vehículo, las fuerzas de seguridad, irrumpiendo de la profunda oscuridad por sorpresa lograron detener con suma facilidad a ámbos secuestradores. De súbito me precipité sobre Bruno y de un tirón le arrebaté de la cabeza la negra capucha que ocultaba su rostro pero el hombre que ahora me miraba horrorizado no se trataba, ni mucho menos, de mi gran amigo y paisano. Quedé muy sorprendido; totalmente decepcionado.

Mientras nos desplazábamos hasta la comisaría, el inspector jefe me aclaró aquella embarazosa situación.

Al parecer, Bruno en ningún momento había estado secuestrado pero aquellos delincuentes, aprovechando su profundo silencio y su tan larga ausencia vacacional, así me lo hicieron creer. El encapuchado de esta noche sólo se trataba de una víctima elegida al azar; un perfecto desconocido para todos que, creyéndole Bruno, garantizaría no sólo la entrega del dinero por su liberación sino que, además, el desconcierto creado con su presencia allí facilitaría el tiempo suficiente para llevar a cabo una exitosa huida.

EPÍLOGO:

Todos sus amigos sabemos hoy que Bruno ha regresado sin novedad de sus magníficas vacaciones pero durante su ausencia hemos sido víctimas de la desmesurada ambición de unos desalmados delincuentes que, por fín, para alivio de todos nosotros, ya descansan entre rejas.

domingo, 23 de agosto de 2009

Pepe Rodríguez Espinosa y Pilar; .... y nosotros

Como es costumbre entre nosotros, cada año en verano, con la excusa de un sencillo y frugal compromiso culinario, Pepe Rodríguez Espinosa y su familia nos citamos, indistintamente, en su casa o en la nuestra para recordar viejos tiempos, viejos amigos comunes y familiares y reencontrarnos a nosotros mismos bajo la eficaz protección de nuestras respectivas esposas e hijas. Pepe y Pilar gozan además de la muy feliz particularidad de ser abuelos de una preciosa niña de nombre Sandra que no le teme al agua ni, mucho menos, a Patxi y Solo, nuestros perros, de quienes se ha hecho muy amiga este caluroso verano.

La próxima cita, posiblemente dentro de este mismo año, tendrá lugar en su domicilio de Barcelona, desde donde se divisa perfectamente la entrada principal del templo de la inacabable Sagrada Familia de Gaudí.

A todos aquellos amigos que nos hayan perdido la pista después de tan largo tiempo, solo nos resta decirles que nos encontramos bién y que por el momento continuaremos residiendo en Barcelona.

viernes, 21 de agosto de 2009

BRUNO JUAN: incertidumbre (continuación)

Detectives Dorta y Telvi disfrazados en los bajos fondos de Barcelona (El Raval).


Un cierto atardecer en la que el crepúsculo violeta teñía por completo los cristales de mis ventanas, volvió a sonar de nuevo el teléfono. Una vez descolgado el aparato, la misma voz cuya entonación tan bien yo conocía desde la semana anterior, se apresuró casi a susurrar:

-Te felicito por la alta calidad de la falsificación.

Yo permanecí en silencio hasta que, después de unos segundos, la misma voz agregó:

-No me fue nada fácil descubrirlo pero ese no había sido el trato entre nosotros. Doscientos mil euros falsos y quién sabe si también marcados, no tienen posibilidad alguna de ser distribuidos en el mercado.

-El trato consistía en un intercambio, -puntualicé yo haciendo una breve pausa-, y BRUNO no ha dado aún señales de vida; de modo que estamos en tablas, -argüí para finalizar, aparentando una profesionalidad que se encontraba bastante lejos de mi propia idiosincracia.

-Empecemos, pues, de nuevo, -me conminó ahora en tono amenazante la misma voz-.

La voz me emplazó a un nuevo encuentro para el definitivo intercambio prometido, pero esta vez el lugar elegido por el secuestrador fue el espléndido parque de Montjuich. Yo debía asistir a la cita con los doscientos mil euros auténticos y ellos, a cambio, se comprometían a entregarme a su rehén sano y salvo.

De manera que pudiera ganar algo más de su confianza, me las compuse arguyendo que no me sería nada facil reunir tal cantidad de dinero en tan corto espacio de tiempo. Conseguí con ello que me concedieran una semana más de plazo después de la cual no me garantizaban la vida de mi amigo BRUNO. La hora del encuentro ya me la comunicarían en su momento.

LIBERAR A BRUNO JUAN

BRUNO JUAN:

Se le vió por última vez en San Petesburgo acompañado, supuestamente, por su señora esposa.

Se ruega a quienes puedan aportar noticias sobre su misterioso paradero se pongan inmediatamente en contacto con este Blog o, -en su defecto-, con los detectives DORTA y TELVI (S/C de Tenerife). Al parecer pudo haber sido secuestrado por varios individuos procedentes de Europa del este.

Les mantendremos informados de las negociaciones mantenidas con su secuestradores. MÁXIMA DISCRECIÓN.

miércoles, 19 de agosto de 2009

JOAN SOLÀ, premio de Honor de las Letras Catalanas

ÒMNIUM CULTURAL otorga a JOAN SOLÀ, catedrático del Departamento de Filología Catalana de la UB el premio de Honor de las Letras Catalanas.

A lo largo de todo un cuatrimestre fui afortunado alumno de sintaxis de Lengua Catalana en la Universidad de Barcelona del excelente profesor JUAN SOLÀ.

Debo decir que muy pocos alumnos suyos saben la afición que el distinguido profesor Solà manifiesta por el montañismo.

Enterado de mi insularidad canaria me puso inmediatamente en antecedentes sobre sus magníficas experiencias montañeras vividas en nuestras cumbres y valles isleños. Posee un alto conocimiento en relación a las muy interesantes rutas recorridas a pie durante las muchas visitas efectuadas a la isla a tal fin y de las que yo jamás habia oido ni siquiera hablar.

Mucho de lo que he aprendido en materia de Lingüística catalana se lo debo no solo a su finísimo sentido del humor sino, sobre todo, a las excelentes dotes de humanidad que caracterizan su exquisita calidad docente.

¡¡FELICIDADES, PROFESOR SOLÀ!!

SECUESTRO (continuación)

Tinglados del puerto

Viene de la entrada anterior

Desde mi desconsolado regreso, hace ya dos días, aún continua mudo el teléfono. Ayer mismo, furtivamente, me desplacé de nuevo hasta los tinglados del puerto con la esperanza de hallar alguna señal sobre el paradero de mi entrañable amigo pero el intento resultó del todo infructuoso; no logré encontrar rastro alguno de Bruno en los sucios muelles de Barcelona. Sufro por la suerte adversa que haya podido correr; aún así, mantengo fundadas esperanzas en su reaparición.

Yo, por mi parte, continuo respetando la supuesta discreción convenida con sus malvados secuestradores. Nada de policias ni intermediarios aunque, por lo demás, también confio en la habilidad demostrada siempre por Bruno frente a las múltiples situaciones adversas a las que, a lo largo de su vida, ha tenido que enfrentarse y que han de servirle ahora de experiencia en este caso concreto.

Si todo esto finaliza como cabe esperar, prometo dedicar un último capítulo a narrar los pormenores de tan dificil negociación. Ahora no puedo ni debo extenderme más de lo estrictamente necesario.

Hasta pronto.